¡Oh,
Capitán, mi Capitán! Nuestro azaroso viaje ha terminado;
El
barco capeó los temporales, el premio que buscamos se ha ganado;
Cerca
está el puerto, ya oigo las campanas, todo el mundo se muestra alborozado,
la
firme quilla siguen con sus ojos, el adusto velero tan audaz.
Pero,
¡Oh, corazón! ¡Corazón! ¡Corazón!
Oh,
se derraman gotas rojas
en
la cubierta donde yace mi Capitán
caído,
frío y muerto.
¡Oh,
Capitán! ¡Mi Capitán! Levántate y escucha las campanas;
levántate
—por ti la enseña ondea— por ti suena el clarín;
por
ti son las guirnaldas y festones —por ti se apiñan gentes en la orilla;
por
ti claman, la inquieta masa a ti se vuelve ansiosa.
¡Escucha,
Capitán! ¡Querido padre!
Te
pongo el brazo bajo la cabeza;
Un
sueño debe ser que en la cubierta
hayas
caído frío y muerto.
Mi
Capitán no contesta, están sus labios pálidos e inertes;
Mi
padre no es consciente de mi brazo, no tiene pulso ya ni voluntad.
El
barco sano y salvo ha echado el ancla, el periplo por fin ha concluido;
del
azaroso viaje, el barco victorioso regresa logrado el objetivo.
¡Exultad,
oh, costas!, y ¡sonad, oh, campanas!
Mas
yo, con paso fúnebre recorro
la
cubierta donde yace mi Capitán
caído,
frío y muerto.
Esta
traducción la ha realizado Tino Clandes
(pseudónimo) ex profeso para esta página de Wikipedia y puede usarse libremente
citando la fuente. Existe, entre otras, una traducción titulada ¡Oh, Capitán!
¡Mi Capitán!, de Francisco Alexander, publicada en Madrid: Grijalbo Mondadori S. A. - Junior;
Volumen 6 de Mitos de Poesía, 1998,
Texto original:
O Captain my Captain! our fearful
trip is done;
The ship has weather’d every rack, the prize we sought is won;
The port is near, the bells I hear,
the people all exulting,
While follow eyes the steady keel,
the vessel grim and daring:
But O heart! heart! heart!
O the bleeding drops of red,
Where on the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.
O Captain! my Captain! rise up and
hear the bells;
Rise up—for you the flag is
flung—for you the bugle trills;
For you bouquets and ribbon’d wreaths—for you the shores a-crowding;
For you they call, the swaying mass,
their eager faces turning;
Here Captain! dear father!
This arm beneath your head;
It is some dream that on the deck,
You’ve fallen cold and dead.
My Captain does not answer, his lips
are pale and still;
My father does not feel my arm, he
has no pulse nor will;
The ship is anchor’d safe and sound, its voyage closed and done;
From fearful trip, the victor ship,
comes in with object won;
Exult, O shores, and ring, O bells!
But I, with mournful tread,
Walk the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.
Otros poemas:
Una
hoja de hierba.
Creo
que una hoja de hierba, no es menos
que
el día de trabajo de las estrellas,
y
que una hormiga es perfecta,
y
un grano de arena,
y
el huevo del régulo,
son
igualmente perfectos,
y
que la rana es una obra maestra,
digna
de los señalados,
y
que la zarzamora podría adornar,
los
salones del paraíso,
y
que la articulación más pequeña de mi mano,
avergüenza
a las máquinas,
y
que la vaca que pasta, con su cabeza gacha,
supera
todas las estatuas,
y
que un ratón es milagro suficiente,
como
para hacer dudar,
a
seis trillones de infieles.
Descubro
que en mí,
se
incorporaron, el gneis y el carbón,
el
musgo de largos filamentos, frutas, granos y raíces.
Que
estoy estucado totalmente
con
los cuadrúpedos y los pájaros,
que
hubo motivos para lo que he dejado allá lejos
y
que puedo hacerlo volver atrás,
y
hacia mí, cuando quiera.
Es
vano acelerar la vergüenza,
es
vano que las plutónicas rocas,
me
envíen su calor al acercarme,
es
vano que el mastodonte se retrase,
y
se oculte detrás del polvo de sus huesos,
es
vano que se alejen los çobjetos muchas leguas
y
asuman formas multitudinales,
es
vano que el océano esculpa calaveras
y
se oculten en ellas los monstruos marinos,
es
vano que el aguilucho
use
de morada el cielo,
es
vano que la serpiente se deslice
entre
lianas y troncos,
es
vano que el reno huya
refugiándose
en lo recóndito del bosque,
es
vano que las morsas se dirijan al norte
al
Labrador.
Yo
les sigo velozmente, yo asciendo hasta el nido
en
la fisura del peñasco.
Una
araña paciente y silenciosa
Una
araña paciente y silenciosa,
vi
en el pequeño promontorio en que
sola
se hallaba,
vi
cómo para explorar el vasto
espacio
vacío circundante,
lanzaba,
uno tras otro, filamentos,
filamentos,
filamentos de sí misma.
Y tú, alma mía, allí donde te encuentras,
circundada,
apartada,
en
inmensurables océanos de espacio,
meditando,
aventurándote, arrojándote,
buscando
si cesar las esferas
para
conectarlas,
hasta
que se tienda el puente que precisas,
hasta
que el ancla dúctil quede asida,
hasta
que la telaraña que tú emites
prenda
en algún sitio, oh alma mía.
¡Oh
yo, vida!
¡Oh
yo, vida! Todas estas cuestiones me asaltan,
Del
desfile interminable de los desleales,
De
ciudades llenas de necios,
De
mí mismo, que me reprocho siempre, pues,
¿Quién
es más necio que yo, ni más desleal?
De
los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
Despreciables,
de la lucha siempre renovada,
De
los malos resultados de todo, de las multitudes
Afanosas
y sórdidas que me rodean,
De
los años vacíos e inútiles de los demás,
Yo
entrelazado con los demás,
La
pregunta, ¡oh, mi yo!, la triste pregunta que
Vuelve:
«¿Qué hay de bueno en todo esto?»
Y
la respuesta:
«Que
estás aquí, que existen la vida y la identidad,
Que
prosigue el poderoso drama y que quizás
Tú
contribuyes a él con tu rima».
Me
celebro y me canto a mí mismo
Me
celebro y me canto a mí mismo.
Y
lo que yo asuma tú también habrás de asumir,
Pues
cada átomo mío es también tuyo.
Vago
al azar e invito a vagar a mi alma.
Vago
y me tumbo sobre la tierra,
Para
contemplar un tallo de hierba.
Mi
lengua, cada molécula de mi sangre formada por esta tierra y este aire.
Nacido
aquí de padres cuyos padres nacieron aquí y
Cuyos
padres también aquí nacieron.
A
los treinta y siete años de edad, gozando de perfecta salud,
Comienzo
y espero no detenerme hasta morir.
Que
se callen los credos y las escuelas,
Que
retrocedan un momento, conscientes de lo que son y
Sin
olvidarlo nunca.
Me
brindo al bien y al mal, me permito hablar hasta correr peligro.
Naturaleza
sin freno, original energía.
Con
estrépitos de músicas vengo
Con
estrépitos de músicas vengo,
con
cornetas y tambores.
Mis
marchas no suenan solo para los victoriosos,
sino
para los derrotados y los muertos también.
Todos
dicen: es glorioso ganar una batalla.
Pues
yo digo que es tan glorioso perderla.
¡Las
batallas se pierden con el mismo espíritu que se ganan!
¡Hurra
por los muertos!
Dejadme
soplar en las trompas, recio y alegre, por ellos.
¡Hurra
por los que cayeron,
por
los barcos que se hundieron el la mar,
y
por los que perecieron ahogados!
¡Hurra
por los generales que perdieron el combate y por todos los héroes
vencidos!
Los
infinitos héroes desconocidos valen tanto como los héroes mas
grandes
de la Historia.
Biografía (de Wikipedia):
Walt Whitman.
Nombre:
Walter Whitman.
Nacimiento:
31 de mayo de 1819, West
Hills, Nueva York.
Fallecimiento:
26 de marzo de 1892 (72 años), Nueva Jersey.
Causa
de la muerte: Neumonía.
Sepultura:
Harleigh Cemetery.
Nacionalidad:
Estadounidense.
Religión:
Deísmo.
Ocupación:
Poeta
Empleo:
Brooklyn Eagle, Brooklyn Times-Union.
Movimiento:
Transcendentalismo.
Género:
Poesía.
Obras
notables: Hojas de hierba, Oh Captain my captain.
Distinciones:
New Jersey Hall of Fame
(2009).
Walter «Walt» Whitman (West Hills,
Nueva York; 31 de mayo de 1819 - Camden, Nueva Jersey; 26 de marzo de 1892) fue un poeta,
enfermero voluntario, ensayista, periodista y humanista estadounidense. Su
trabajo se inscribe en la transición entre el transcendentalismo y el realismo
filosófico, incorporando ambos movimientos a su obra. Está considerado entre
los más influyentes escritores del canon estadounidense y ha sido llamado el
padre del verso libre. Su trabajo fue muy controvertido en su tiempo, en
particular por su libro Hojas de hierba, descrito como obsceno por sus abiertas
referencias a la homosexualidad.
Considerado como el padre de la
moderna poesía estadounidense, su influencia ha sido amplia también fuera de
ese país. Entre los escritores que se han visto marcados por su obra figuran
Rubén Darío, Wallace
Stevens, León Felipe, D. H. Lawrence, T. S. Eliot, Fernando Pessoa, Pablo de Rokha, Federico García Lorca, Hart Crane, Jorge Luis Borges,
Pablo Neruda, Ernesto Cardenal, Allen
Ginsberg o John Ashbery, entre otros.
Nacido en Long Island, trabajó como periodista,
profesor, empleado del gobierno y enfermero voluntario durante la Guerra Civil
estadounidense. Al inicio de su carrera, también produjo una novela, Franklin Evans (1842). Su obra
maestra, Hojas de hierba, fue publicada en 1855, costeada por él mismo.
El libro fue una tentativa de tender los brazos hacia el ciudadano común con
una épica americana. La obra fue revisada y ampliada durante el resto de su
vida, siendo publicada la edición definitiva en 1892. Al final de su vida, y
tras sufrir un derrame cerebral, se trasladó a Camden, Nueva Jersey, donde su salud
empeoró. Murió a los 72 años y su funeral se convirtió en un espectáculo
público.
La sexualidad de
Whitman ha sido tan discutida
como su obra. Si bien comúnmente se le ha considerado como homosexual o
bisexual, no está claro el que
Whitman tuviese
alguna relación sexual con otro hombre, por lo que los biógrafos continúan
debatiendo.
El poeta se refirió a temas
políticos durante toda su vida. Apoyó la cláusula Wilmot y se opuso a la extensión de la
esclavitud, si bien fue muy crítico con el movimiento abolicionista. En 1865
escribió el famoso poema O Captain!
My Captain! (¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!) en homenaje a Abraham
Lincoln después de su asesinato.
Walter Whitman nació el 31 de mayo
de 1819 en West Hills,
un pueblo de Huntington
(Long Island).
Sus padres, Walter y Louisa
Van Velsor Whitman, tenían
creencias afines a los cuáqueros, una comunidad religiosa sin credo definido
que pretende revivir el cristianismo primitivo. Fue el segundo de nueve hijos e
inmediatamente fue apodado “Walt”
con el fin de distinguirlo de su padre.
De sus siete hijos varones, Walter Whitman llamó a
tres como los líderes americanos Andrew Jackson, George Washington y Thomas Jefferson. El
mayor fue llamado Jesse
y hubo otro más que murió a los seis meses sin recibir nombre. El sexto hijo de
la pareja fue llamado Edward.
A los cuatro años, Whitman se muda con su
familia de West Hills a
Brooklyn, trasladándose de casa en casa con gran precariedad, en
parte debido a malas inversiones. Whitman recordaría más tarde que su niñez fue un tiempo de
escasez cuando no de infelicidad por las dificultades económicas de la familia.
Sin embargo, vivió momentos felices como cuando, durante una celebración en Brooklyn del 4 de julio
(Día de la Independencia de los Estados Unidos) de 1825, fue levantado en el
aire y besado por el Marqués de Lafayette.
A la edad de once años Whitman
terminó sus estudios formales. Luego comenzó a trabajar para llevar dinero a su
familia. Fue empleado de oficina para dos abogados y más tarde pasó a ser
aprendiz en el semanario de Long
Island The Patriot, editado por Samuel E. Clements. Allí Whitman aprendería sobre
impresión y tipografía y también allí, por primera vez, escribiría
composiciones sentimentales. Clements
se vio envuelto en una controversia cuando él y dos amigos más intentaron
desenterrar el cuerpo de Elias
Hicks para fabricar un molde de plástico con su cabeza. Poco
después, dejaría The
Patriot, posiblemente como resultado de esta polémica.
Al año siguiente Whitman trabajó para otra
imprenta, Erastus Worthington,
en Brooklyn. Su
familia se mudó nuevamente a West
Hills en la primavera, pero él se quedó y tomó un trabajo en la
tienda de Alden Spooner,
editor del semanario The Long-Island
Star. Mientras trabajaba en el Star, Whitman
se convirtió en el patrón de la librería local, se unió a debates sociales
sobre la ciudad, comenzó a asistir a representaciones teatrales y anónimamente
publicó algunos de sus primeros poemas en el New York Mirror. A la edad de
dieciséis años, en mayo de 1835, abandonó el Star y también Brooklyn. Se mudó a la ciudad de
Nueva York para trabajar como tipógrafo, aunque años más tarde no podría
recordar dónde. Tuvo problemas para encontrar empleo, en parte por un grave
incendio en la imprenta, y en parte por un colapso general de la economía que
llevó al Pánico de 1837. En mayo de 1836 se reunió con su familia, que vivía en
Hempstead (Long Island).
Enseñó intermitentemente en varias escuelas hasta la primavera de 1838, a pesar
de no estar satisfecho siendo maestro. Después, regresó a Huntington (Nueva York) para fundar
su propio periódico, The
Long Islander. Trabajó simultáneamente de editor, periodista y
distribuidor, llegando incluso a repartir personalmente la publicación.
Luego de diez meses vendió la publicación a O.E. Crowell, que se hizo
cargo a partir del número del 12 de julio de 1839. No sobrevivieron copias de
esa publicación mientras fue manejado por Whitman. Durante el verano de 1839 encontró un trabajo
como tipógrafo en Jamaica, Queens,
en el Long Island Democrat,
editado por James J.
Brenton. Lo abandonó poco tiempo después, e hizo un nuevo intento
como maestro desde el invierno de 1840 hasta la primavera de 1841.
Durante esta etapa publicó una serie de editoriales llamados Sun-Down Papers- From the Desk of a
Schoolmaster desde el invierno de 1840 hasta julio de 1841. Para
estos ensayos construyó un personaje definido, técnica que utilizaría a lo
largo de toda su carrera. En 1840, estando en una de sus escuelas,
llamada Locust Grove School
en Southold (Nueva York), se dice que fue víctima de una turba luego
de que el pastor Ralph
Smith de la Iglesia Presbiteriana lo acusara de cometer sodomía con
alguno de sus estudiantes. La escuela apareció más tarde en ciertos mapas como
la “Escuela de Sodoma”.
Whitman se mudó a Nueva York en mayo, donde trabajó inicialmente en
un puesto de baja categoría en el Nuevo Mundo, bajo las órdenes de Park Benjamin y Rufus Wilmot
Griswold. Después realizó tareas para distintos periódicos durante
cortos períodos de tiempo. En 1842 fue editor del Aurora y desde 1846
hasta 1848 del Brooklyn Eeagle.
Asimismo, colaboró con una publicación autónoma de ficción y poesía durante la
década de 1840. Perdió su posición en el Brooklyn Eagle en 1848, cuando se
alineó con el partido Barnburner,
ala del partido demócrata que se manifestaba en contra del dueño del periódico Isaac Van Anden, perteneciente
al sector conservador del mismo partido. Whitman fue delegado en la convención fundadora del Free Soil Party (Partido
de la Tierra Libre) de 1848.
Hojas de hierba. Whitman aseguraba que tras competir
durante diez años por “los premios usuales” –reconocimientos tradicionales–,
decidió convertirse en poeta. En un comienzo experimentó con una variedad de
géneros populares que apelaban a los gustos culturales de la época. A
principios de 1850, comenzó a escribir lo que se convertiría en Hojas
de hierba, una colección poética que continuaría editando y revisando hasta
su muerte. Intentó componer una épica americana única y utilizó el verso libre
con una cadencia basada en la Biblia. Sobre el final de junio de 1855,
sorprendió a sus hermanos con la ya impresa primera versión. George, uno de ellos,
dijo: “No esperaba que valiese la pena leerlo”.
Él mismo pagó la publicación de su primera edición, que
llevó a cabo en una imprenta local durante los tiempos de descanso de su
trabajo comercial. Fueron impresas un total de 795 copias. La edición fue
anónima y, sin embargo, ocupando la portada había un retrato suyo realizado por
Samuel Hollyer. En el
cuerpo del texto se llamaba a sí mismo “Walt Whitman, americano, uno de los duros, un cosmos,
desordenado, carnal y sensual, no sentimental, no por encima de hombres o
mujeres o aparte de ellos, no más modesto que inmodesto". El libro recibió
un gran apoyo por parte de Ralph
Waldo Emerson, quien escribió una carta de cinco halagadoras páginas
a Whitman y
habló sobre el libro de manera excelente a sus amigos.
La primera edición de Hojas de hierba fue
ampliamente distribuida y despertó un significativo interés, en parte gracias
al apoyo de Emerson, pero también fue ocasionalmente criticada por el sesgo
obsceno de la naturaleza de su poesía. El geólogo John Peter Lesley escribió a
Emerson, llamando al libro “basura profana y obscena” y al autor “un gil pretencioso”.
El 11 de julio de 1855, unos pocos días después de que Hojas de
hierba fuese publicado, el padre de Whitman falleció a la edad de 65 años. En los meses
consecutivos a la publicación de la primera edición de Hojas de hierba,
las respuestas críticas comenzaron a centrarse en lo “ofensivo” de los temas
sexuales más que en la poesía misma. A pesar de que la segunda edición estaba
lista e impresa, el editor fue reticente a distribuirla. Al final esta edición
salió a la venta con veinte poemas adicionales en agosto de 1856. Fue revisada
y republicada en 1860, luego en 1867, y una cantidad notable de veces mientras
duró la vida de Whitman.
Varios famosos escritores admiraron su trabajo lo suficiente como para
visitarle. Entre ellos se cuentan Bronson Alcott y el teórico Henry David Thoreau.
Durante las primeras publicaciones de Hojas de hierba,
Whitman tuvo
dificultades financieras y se vio forzado a trabajar otra vez como periodista,
específicamente como editor en el Brooklyn’s Daily Times, comenzando en mayo de 1857. Revisaba
los contenidos de los escritos, contribuía con críticas literarias y escribía
editoriales. Abandonó el trabajo en 1859, no estando claro si fue despedido o
decidió irse. Whitman,
que normalmente llevaba una detallada lista de sus actividades en diarios y
anotaciones, dejó muy poca información sobre sí mismo a finales de la década de
1850.
La Guerra Civil: Mientras comenzaba la Guerra
Civil estadounidense, Whitman
publicó su poema ¡Suenen, suenen, tambores! como una llamada patriótica para el
Norte. El hermano de Whitman,
George, se unió al
ejército unionista y comenzó a enviarle cartas sobre hechos vividos en el
frente de batalla. El 16 de diciembre de 1862 una lista de los soldados muertos
y heridos publicada en The
New York Tribune incluía el nombre del
“teniente G.W. Whitmore”,
que Whitman tomó
erróneamente por su hermano George. Se dirigió hacia el sur inmediatamente para
encontrarlo y sufrió el robo de su billetera durante el trayecto. “Caminando
todo el día y toda la noche, incapaz de montar, tratando de conseguir
información, tratando de acceder a gente importante” escribió más tarde.
Profundamente conmovido por la visión de los soldados heridos y las necrosis de
sus amputados miembros, partió hacia Washington en diciembre de 1862 con la intención de no volver
nunca más a Nueva York.
En Washington
D.C, su amigo Charley Edridge
lo ayudó a conseguir un trabajo de pocas horas en una oficina del ejército,
dejando tiempo a Whitman
para ofrecerse de voluntario como enfermero en los hospitales militares.
Escribiría sobre esta experiencia en El gran ejército de la enfermedad,
publicada en un periódico neoyorquino en 1863 y, doce años más tarde, en un
libro titulado Memorias de la guerra. Más tarde contactó con Emerson para pedirle
ayuda en la obtención de un puesto gubernamental. Otro amigo, John Trowbridge, entregó
una carta de recomendación de Emerson para Salmon P. Chase, secretario del Tesoro, esperando que
garantizase a Whitman
un puesto en su departamento. Chase, sin embargo, no quiso contratar al autor
de un libro tan mal reputado como Hojas de hierba.
El año 1864 fue difícil para la familia Whitman. El 30 de
septiembre de 1863, el hermano de Whitman, George, fue capturado por los confederados de
Virginia, y otro hermano, Andrew,
murió de tuberculosis causada por el alcoholismo en diciembre. Ese mes, Whitman envió a su
hermano Jesse al
hospital psiquiátrico de Kings
County.
Su suerte cambió cuando finalmente consiguió un trabajo
bien pagado como empleado de poco rango en la oficina de asuntos indios del
Departamento del Interior gracias a que su amigo y poeta William Douglas O’Connor, autor de Daguerrotipos y editor del Saturday Evening Post,
había escrito a William Tod Otto,
asistente del Secretario del Interior, en beneficio de Whitman. Comenzó su nuevo trabajo en
enero de 1865 con un salario de 1200 dólares. Un mes después, su hermano
George fue
liberado de su captura y consiguió una licencia a causa de su pésimo estado de
salud. A principios de mayo, Whitman
recibió un ascenso y publicó Redobles de tambor.
El 30 de junio fue despedido de su trabajo a causa del
nuevo Secretario del Interior, anteriormente senador de Iowa, James Harlan. A pesar de que Harlan despidió a varios
empleados que “raramente estaban en su escritorio”, pudo haber despedido a Whitman por motivos
morales tras encontrar una edición de Hojas de hierba fechada en 1860. O’Connor protestó hasta
que Hubley Ashton
transfirió a Whitman
a una oficina de un fiscal nacional en julio. Aun así, O’Connor, todavía molesto, vindicó a Whitman publicando un
sesgado y exagerado estudio histórico, El buen poeta gris, en enero de
1866. Este panfleto, que se vendía por 50 centavos y defendía a Whitman como un completo
patriota, estableció el notable apodo del poeta y aumentó su fama, a lo que
también contribuyó la publicación de ¡Oh, capitán! ¡Mi capitán!, un
poema relativamente convencional en memoria de Abraham Lincoln. Fue el único que
fue recogido en antologías en vida de Whitman.
Uno de sus cometidos en la Oficina del Fiscal General fue
entrevistar a anteriores soldados confederados para los padrones
presidenciales. “Hay personajes impresionantes entre ellos”, escribiría más
tarde, “y ya sabes que tengo debilidad por cualquier cosa fuera de lo
ordinario”. En agosto de 1866, se tomó un mes de descanso con el propósito de
preparar una nueva edición de Hojas de hierba, que no sería publicada hasta
1867 dado que tuvo problemas para conseguir editor. Tenía la intención de que
fuese la última versión del libro. En febrero de 1868 los poemas de Walt Whitman se
publicaron en Inglaterra gracias a William Rosseti, con cambios menores que más tarde el poeta
aprobaría aunque de mala gana. La edición se convirtió en popular en
Inglaterra, especialmente por los avales de la altamente reputada Anne Gilchirst.
Una nueva edición ampliada de Hojas de hierba salió a la
luz en 1871, el mismo año en el que se informó falsamente de la muerte de Whitman a causa de un
accidente ferroviario. Mientras su fama internacional crecía, permaneció en su
puesto junto al Fiscal General. Pasó mucho tiempo del año 1872 cuidando de su
madre que se encontraba peleando con una artritis ya cerca de los ochenta años.
También viajó y fue invitado al Dartmouhith College para dar el discurso de inauguración de
ese año.
Últimos años: Después de sufrir un accidente
cerebro-vascular en los albores de 1873, Whitman fue animado a mudarse desde Washington a Nueva Jersey junto a su
hermano George y su
madre, que ya estaba muy enferma y murió ese mismo año durante el mes de mayo.
Ambos sucesos fueron difíciles para Whitman y lo dejaron deprimido. Se quedó en casa de sus
hermanos hasta que pudo conseguir una casa propia. Sin embargo, antes de
lograrlo, pasó un período brillante en la residencia de su hermano en Candem, donde también vivía su
otro hermano Edward,
inválido desde su nacimiento. Fue una época altamente productiva, publicando
tres versiones más de Hojas de hierba, entre otras obras. También fue entonces
cuando recibió la visita de Oscar Wilde y la del pintor Thomas Eakins.
En 1884, cuando su hermano y su nuera fueron
forzados a mudarse por sus negocios, compró su propia casa en el número 328 de
la calle Mickle, y
comenzó a tener trato con Mary
Oakes Davis, una vecina viuda de un capitán de marina. Se mudó junto
a Whitman en
febrero de 1885 para servir de ama de llaves como pago del alquiler. Llegó a la
casa junto a un gato, un perro, dos tortugas, un canario y otros animales
domésticos. Durante este período Whitman produjo varias ediciones más de Hojas de hierba
(1876, 1881 y 1889.)
Mientras se aproximaba el fin del año 1891, preparó
una edición final llamada comúnmente Del lecho de muerte.
Escribió: “Hojas de hierba al fin completo, luego de treinta y tres años de
mutilaciones, en todos los tiempos y humores de mi vida, en clima pobre y
completo, en todas partes de la tierra, en paz y en guerra, joven y
anciano". Preparándose para su muerte hizo erigir un mausoleo de granito
con forma de casa por unos cuatro mil dólares y lo visitó varias veces durante
su construcción. En su última semana de vida estaba muy débil como para manejar
un cuchillo o un tenedor y escribió: “Sufro todo el tiempo. No tengo alivio,
ninguna escapatoria: es monotonía – monotonía - monotonía en el dolor”.
Whitman
murió en marzo de 1892. Una autopsia reveló que sus pulmones habían disminuido
a un octavo su capacidad normal de respiración, como resultado de una
bronquitis pulmonar, y que un absceso del tamaño de un huevo en su pecho había
bloqueado una de sus costillas. La causa de la muerte fue oficialmente
"pleuresía en el lado izquierdo, contusión en el miembro derecho,
tuberculosis general y nefritis parenquimatosa". Una vista pública de su
cuerpo fue organizada en su casa de Camdem. Más de mil personas la visitaron en tres horas y según
crónicas del suceso el ataúd de roble era prácticamente imposible de ver a
causa de las flores y las guirnaldas que le fueron ofrendadas. Cuatro días
después de su muerte fue enterrado en su tumba ubicada en el cementerio de Harleigh en Camden. Se celebró
luego una segunda ceremonia pública con amigos dando discursos, música en vivo
y bebidas. Un amigo de Whitman,
el orador Robert Ingersoll,
se encargó del discurso mortuorio. Más tarde los restos de los padres y los
hermanos de Whitman
y de sus familias fueron trasladados al mausoleo.
Escritura. El trabajo de Whitman rompe
los cánones de la forma poética y es generalmente cercano a la prosa. Utilizó
imágenes y símbolos inusuales en poesía como hojas podridas, ramitas de paja y
escombros. También escribía abiertamente sobre la muerte y la
sexualidad, incluyendo la prostitución. Es frecuentemente etiquetado
como el padre del verso libre, pese a que no lo inventara.
Teoría poética: Whitman escribió en el prefacio de
1855 a Hojas de hierba: «La prueba de un poeta es que su país lo absorba
sentimentalmente de la misma forma que él absorbió a su país». Creía que había
una vital y simbiótica relación entre el poeta y la sociedad. Esta conexión
está enfatizada especialmente en Canto a mí mismo gracias al uso de
una poderosa primera persona narrativa. Como ejemplo del americano épico, se
desvió del uso común de la figura del gran héroe y por el contrario asumió la
identidad de la gente común. Hojas de hierba también responde al gran
impacto que la reciente urbanización había tenido en las masas de los Estados
Unidos.
Estilo de vida y creencias: Alcohol: Whitman fue portavoz del
Movimiento por la Templanza y en su juventud raramente bebía alcohol. Una vez
se jactó de no haber probado “licores fuertes” hasta que tuvo treinta años y ocasionalmente
argumentó a favor de la prohibición. Uno de sus tempranos trabajos de ficción,
la novela Franklin Evans
—publicada por vez primera en noviembre de 1842—, aboga por la templanza. Whitman la escribió en la
cúspide de la popularidad del movimiento washingtoniano a pesar de que el
movimiento en sí mismo estaba plagado de contradicciones, como lo estaba
también su personaje Franklin
Evans.
Años después declaró estar avergonzado del libro, y lo
llamó “maldita putrefacción”. Se despachó con él diciendo que lo escribió en
tres días de soledad –por dinero- mientras estaba bajo la influencia del
alcohol. A pesar de eso, en otros ensayos también recomienda la templanza,
incluyendo The Madman
y un cuento corto titulado Reuben’s
Last Wish. Más tarde en su vida fue liberal con el alcohol,
disfrutando de los vinos locales y del champán.
Religión: Whitman estaba altamente influido
por el deísmo. Negaba que alguna fe fuese más importante que otra y abrazaba
todas las religiones por igual. En Canto a mí mismo realizó un catálogo
de las grandes religiones e indicó que respetaba y aceptaba todas ellas, un
sentimiento que más tarde enfatizaría en su poema With Antecedents, afirmando: «Adoptó
cada teoría, cada mito, cada dios y semi dios. Veo que los viejos mitos, biblias y genealogías son
ciertos, sin excepción». En 1874, fue invitado a escribir un poema sobre
el movimiento espiritualista, a lo que respondió “me parece que más o menos es
todo una pobre, barata y llana patraña”. Whitman era un religioso escéptico: a pesar de que aceptaba a
todas las iglesias, no creía en ninguna. Dios, para Whitman, era inmanente y
trascendente. Para él el alma humana es inmortal y se encuentra en un estado de
constante y progresivo desarrollo
Sexualidad: Whitman es generalmente
considerado homosexual o bisexual. Estas opiniones generan controversia y están
basadas en su poesía, que retrata el amor y la sexualidad en un sentido mundano
e individualista común en la cultura americana previa a la medicalización de la
sexualidad a fines del siglo diecinueve. A pesar de que Hojas de hierba fue
frecuentemente catalogado como pornográfico y obsceno, solo una crítica
remarcaba la actividad sexual del autor. En un ensayo de 1855, Rufus Wilmot Griswold sugirió
que Whitman era
culpable de “ese horrendo pecado que no debe ser mencionado entre los
cristianos”. Whitman
tuvo intensas amistades con muchos chicos y hombres a lo largo de su vida.
Algunos biógrafos han declarado que podría no haber llegado a tener relaciones
sexuales con hombres, mientras que cartas, partes de sus diarios y otras
fuentes son reclamadas como prueba de la naturaleza sexual de alguna de sus
relaciones.
Según el biógrafo Reynolds, Peter Doyle
sería el candidato más firme para el amor de la vida de Whitman. Doyle fue un conductor de
ómnibus a quien conoció en 1866 y fueron inseparables durante largos años.
Entrevistado en 1895, Doyle
dijo: “Nos hicimos amigos inmediatamente, ponía mi mano sobre su rodilla, nos
entendíamos. Al final del viaje no se apeó; de hecho hizo el camino de regreso
conmigo”. En sus notas, Whitman
disimulaba las iniciales de Doyle
usando el código “16.4”. Un testimonio directo de segunda mano viene de parte
del ilustre Oscar Wilde.
El escritor irlandés –famoso por su relación amorosa con Alfred Douglas, documentada en su carta
titulada De Profundis—
conoció a Whitman
en Estados Unidos en 1882 y escribió al activista por los derechos homosexuales
George Cecil Ives que
no había dudas sobre la orientación sexual del gran poeta americano. “Todavía
guardo el beso de Walt
Whitman sobre mis labios” alardeó. Las únicas descripciones
explícitas de la orientación sexual de Whitman son de segunda mano, por lo que sería aventurado
hacer una declaración final de sus preferencias. En 1924, Edward Carpenter, en ese entonces ya
anciano, describió a Gavin
Arthur —quien a su vez lo documentó en su diario con precisión— un
encuentro erótico que tuvo en su juventud con Whitman. Al final de su vida, cuando
Whitman fue
interrogado categóricamente sobre la posibilidad de que su serie de poemas
intitulada Calamus
fuera homosexual, sabiamente prefirió no responder.
Otro posible amante de Whitman fue Bill Duckett. Desde al menos 1880, Duckett y su abuela, Lydia Watson, subarrendaron su
propiedad del 334 de Mickle
Street. Dada la proximidad entre las casas, es obvio que Whitman conoció a Duckett como vecino. Su
relación era cercana, y el joven usaba el dinero de Whitman cuando éste lo tenía. Whitman describió su
amistad como “abultada”. A pesar de que algunos biógrafos describen a Duckett como inquilino, otros
lo identifican como amante. Su fotografía, juntos, tiene los rasgos comunes de
los retratos de marido y mujer, y forma parte de una colección de fotografías
del poeta junto a sus jóvenes amigos. En 1876 conoció al joven de 18 años Harry Stafford, con quien tuvo
otra relación. Whitman
se hospedó en la casa de su familia ubicada en Timber Creek y le entregó al joven Stafford un anillo, que más
tarde fue devuelto después de años de relación tormentosa. Stafford escribió a Whitman sobre ese anillo,
diciendo: «Sabes que cuando me lo pusiste había sólo una cosa capaz de
alejarme, y era la muerte».
Hay también cierta evidencia de
sus relaciones sexuales con mujeres. Fue amigo de una actriz neoyorquina
llamada Ellen Grey en
la primavera de 1862, pero no se sabe con precisión si fue también algo de
carácter sexual. Cuando se mudó a Camden todavía conservaba una vieja foto de Grey y se refería a
ella como “una antigua querida mía”. Durante el final de su vida Whitman solía contar
historias de sus novias y queridas anteriores y negaba la afirmación del New York Herald según la
cual “nunca había tenido una relación amorosa”. Como dejó escrito su biógrafo, Jerome Loving, “la discusión
sobre la sexualidad de Whitman
continuará, no importa las pruebas que surjan al respecto”.
Autoría de Shakespeare. Whitman se adhería a la
opinión sobre la falsa autoría de las obras de Shakespeare, negándose a creer en la
atribución tradicional de estos escritos al William Shakespeare de Stratford-upon-Avon. Whitman comenta en sus Ramas de noviembre (1888) sobre las obras
históricas de Shakespeare:
“Concibiendo el gran calor y el pulso del feudalismo europeo, personificado sin
parangón en la aristocracia medieval, en su elevado espíritu de lo despiadado y
en su gigantesca casta, con su aire peculiar y su arrogancia (no simplemente
afectación), sólo alguno de los “condes lobunos” tan abundantes en las obras
por derecho propio, o algunos nacidos por descendencia con conocimiento,
parecen poder ser el verdadero autor de semejantes obras, obras en ciertos
aspectos más grandes que ninguna otra registrada en la historia literaria”. Ramas
de noviembre (1888). Walt
Whitman.
Esclavitud: Whitman se oponía a la
extensión de la esclavitud en los Estados Unidos y apoyó la cláusula Wilmot, que pretendía suprimir
la esclavitud en los nuevos territorios conquistados. Al principio se opuso
al abolicionismo, creyendo que el movimiento hacía más daño que bien. En
1846 escribió que los abolicionistas habían retrasado el avance de su causa por
su “radicalismo y su estilo burocrático”. Su mayor preocupación era que estos
métodos desviaban el proceso democrático, como fue la negativa de los Estados
del Sur a poner sus intereses por sobre los de toda la nación. En 1856, en su
no publicada The Eighteenth Presidency,
apoyando a los hombres del Sur, escribió ”O abolen la esclavitud o ésta los
abolirá a ustedes”. Sin embargo, apoyó la muy extendida opinión de que los
afroamericanos no deberían votar.
Legado e influencia. Whitman fue llamado el primer poeta de la democracia
estadounidense, un título referido a su habilidad para escribir sobre el
singular carácter de esta nación. Una amiga británica, Mary Smith Whitall Costelloe, escribió:
“No se puede entender realmente a los Estados Unidos sin Walt Whitman, sin Hojas de hierba...
Expresó fielmente la civilización ''actualizada'', como él diría, y ningún
estudioso de la historia de la filosofía podría obviarlo". El poeta
modernista Ezra Pound
dijo sobre Whitman
-no sin cierto fervor- “Poesía de América... Él es América”. Andrew Carnegie lo catalogó como “el
gran poeta de América hasta el momento”. Whitman se consideraba a sí mismo un “Mesías” de la poesía.
Uno de sus admiradores, William
Sloane Kennedy, especuló que “la gente celebrará el aniversario del
nacimiento de Whitman
como ahora festeja el nacimiento del Redentor, de Cristo”.
El crítico literario Harold Bloom –autor de El
canon occidental, entre otras obras eruditas- escribió en la introducción a
la edición del 150 aniversario de Hojas de Hierba:“Si eres estadounidense,
entonces Walter Whitman
es tu padre y tu madre imaginarios, incluso si, como yo, nunca compusiste una
línea en verso. Se puede nombrar un grupo de obras literarias como candidatos
para las “Sagradas Escrituras” de los Estados Unidos. Podrían incluir Moby Dick de Herman Melville, Las
aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain, y las dos series de
ensayos de Emerson
tituladas La conducta de la vida. Ninguno de ellos, ni siquiera los de Emerson, son tan centrales como
la primera edición de Hojas de hierba".
El estilo de vida vagabundo de Whitman fue adoptado por
el movimiento beat y
sus líderes como Allen Ginsberg o
Jack Kerouac y también por los poetas antibelicistas Adrienne Rich y Gary Snyder.
Lawrence Ferlinghetti se contaba a sí mismo entre “los hijos
rebeldes” de Whitman,
y el título de su colección de 1961 Al partir de San Francisco es una
deliberada referencia al famoso poema de Whitman Al partir de Paumanok.
Fue nombrado en el libro
Ciudades de Papel junto con su libro Hojas de hierba. El gran escritor
argentino Jorge Luis Borges
admiraba mucho a Whitman
y más de una vez aclaró que se vio ampliamente influido por su literatura,
cuando no obsesionado. De su obra publicada conocemos dos ensayos
pertenecientes a su libro Discusión. Los ensayos en cuestión son Nota sobre Walter Whitman y, El otro Whitman. En el prólogo a
su libro El oro de los tigres, Borges sin embargo matiza: “Para un verdadero poeta, cada
momento de la vida, cada hecho, debería ser poético, ya que profundamente lo
es. Que yo sepa, nadie ha alcanzado hasta hoy esa alta vigilia. Browning y Blake se acercaron
más que otro alguno; Whitman
se lo propuso, pero sus deliberadas enumeraciones no siempre pasan de catálogos
insensibles”. Más tarde Borges
escribiría un poema dedicado a la memoria de Whitman, titulado Camden, 1892 (en referencia al año y lugar de la muerte del
poeta americano):
El
olor del café y de los periódicos.
El
domingo y su tedio. La mañana
y
en la entrevista página esa vana
publicación
de versos alegóricos
de
un colega feliz. El hombre viejo
está
postrado y blanco en su decente
habitación
de pobre. Ociosamente
mira
su cara en el cansado espejo.
Piensa,
ya sin asombro, que esa cara
es
él. La distraída mano toca
la
turbia barba y la saqueada boca.
No
está lejos el fin. Su voz declara:
casi
no soy, pero mis versos ritman
la
vida y su esplendor. Yo fui Walt
Whitman.
Camden, 1892. Jorge Luis Borges
Eventos
importantes en la vida de Whitman
1819
— Nace el 31 de mayo en West Hills,
Town of Huntington, Long Island.
1841
— Se muda a la ciudad de Nueva York.
1855
— Su padre, Walter,
fallece. Primera edición de Leaves
of Grass.
1871
— Sufre un infarto. Su madre, Louisa,
muere.
1882
— Conoce a Oscar Wilde.
Publica Specimen Days y Collect.
1888
— Sufre un segundo infarto. Enferma gravemente. Se publica November Boughs.
1892
— Walt Whitman muere
el 26 de marzo en Camden,
Nueva Jersey.
1893
— Su familia decide continuar su legado en su honor aunque haya fallecido.
Obra:
Franklin Evans (1842)
Drum-Taps (1865)
Memoranda During the War
Specimen Days
Democratic Vistas (1871)
Hojas
de hierba (Leaves of Grass,
1855 y sucesivas ediciones ampliadas hasta 1892)
Specimen Days
Acerca
de los días de muestras y recolectar
Las impresiones reveladoras de Whitman de las personas, los lugares
y los eventos de su tiempo.
Walt
Whitman, uno de los poetas más creativos e individuales que ha
producido Estados Unidos, también fue un prolífico diarista, tomador de notas y
ensayista cuyas observaciones y reflexiones íntimas han profundizado
profundamente la comprensión de la vida estadounidense del siglo XIX. Specimen Days and Collect.
Publicado por primera vez en 1882, es una colección selecta de las impresiones
únicas y reveladoras de Whitman
sobre las personas, los lugares y los eventos de su tiempo, principalmente la
era de la Guerra Civil y sus secuelas.
En una página tras otra, se despliega un vasto panorama de
la vida estadounidense, y con él una rara visión de Whitman como poeta, observador
empático y vagabundo romántico. De sus años como enfermero en tiempos de guerra
en Washington, DC, llegan vislumbres de los muertos y moribundos en hospitales
militares, recuerdos de Abraham Lincoln e impresiones vívidas de la capital de
la nación en un momento de gran crisis.
El viaje de Whitman produce recuerdos memorables de Boston, el valle de
Hudson, un paseo por Central Park, las Cataratas del Niágara, la ciudad de
Denver y más. Junto con el famoso ensayo "Vistas democráticas", hay
escenas de la infancia del poeta, que tocan homenajes a pájaros cantores,
flores silvestres, amistad y libertad; impresiones de la música de Beethoven,
reflexiones sobre una última visita a Emerson, la muerte de Lincoln y Longfellow y el doloroso
proceso de envejecimiento.
Profundamente sentido y expresado vívidamente, Specimen Days and Collect
es una experiencia muy gratificante, una rara excursión a la mente y escuchado
de uno de los más grandes poetas de Estados Unidos, y de la América que su
poesía conmemora tan ricamente.