"Caramelos y camelos" de Miguel Ángel Salgueiro.

            Quiero dar la alternativa a un amigo y novel escritor que ha volcado su primera obra con profundidad y conocimiento de causa. Podré discrepar en algunos puntos, pero lo cierto es que la mayoría de los que trabajamos para cualquiera de las administraciones españolas, y mantenemos todavía un criterio independiente, coincidiremos con el autor en un ochenta y largo por ciento.

            Esta obra primeriza, como todo retoño, surge del corazón, de la necesidad íntima de volcar la consternación del autor por algo tan evidente como es la falsedad del mundo que nos han contado. Actores de todo tipo, desde empresarios a políticos, que han desvirtuado el cometido de sus funciones en las instituciones que dicen representar. La consecuencia de sus actos es la lenta agonía de un pueblo que busca vivir en paz y libertad. Poco importan los colores, en eso coincido, cuando los males son tan lamentables.
            Le deseo lo mejor, y salvando las distancias, que tenga el éxito que se merece animándole a continuar con esta tarea. Sin embargo, debo recordarte amigo lector que sin tu apoyo, ni él, ni ningún otro autor, puede salir adelante.
            Ánimo Miguel Ángel y aunque en algunas cosas no coincidamos, puedes estar convencido que defendiendo la verdad se construye un mundo mejor.
            Puedes conseguir la obra en:

http://www.amazon.es/Caramelos-camelos-Miguel-%C3%81ngel-Salgueiro-ebook/dp/B00PEVKWN0


Virgen y madre de toda esperanza (soneto)

Oh Virgen, madre de toda esperanza
acude pronto y ven. Ven a ayudarme
y pide a quien mi bien quiso crearme
pues solo en ti se confía mi fianza.



No sé si bien dirigir mi alabanza
mas sé yo bien que en ti puedo confiarme
y que jamás tu querrás alejarme
de quien perdona tan torpe templanza.

Yo sé que perderme puedo en la muerte
y que es Supremo el poder que te envía
que quiere no me extravíe la suerte.

Te ruego que no me olvides el día
que sobre mí la oscuridad se vierte
pues tú eres luz que ilumina y me guía.
Miguel Navarro





Recuerda que mi novela narrando las travesuras del diablo Cojuelo en la España del siglo XXI la puedes encontrar en 




"En qué lugar del alma está el Amor" sextina provenzal de Miguel Navarro

“En qué lugar del alma está el Amor” sextina provenzal de Miguel Navarro (tras el poema encontrarás información sobre lo que es una sextina provenzal)


En qué lugar del alma está el Amor,
dónde fueron a parar nuestros sueños
de luchar por la vida como hermanos,
libres de farsantes y de tiranos,
de mangantes que hunden la libertad
por  miedo y temor a la eternidad.


Recibimos de Dios la eternidad
para vivir en ella puro Amor.
Si sentimos que Amor es libertad,
dejemos de soñar los vanos sueños
de grandezas que tienen los tiranos.

Y no hay mayor grandeza que el hermano
disfrutando libre la eternidad
advirtiendo que también son tiranos
los que desprecian, del pueblo su amor
por todos los ideales y sueños
que desean vivir en libertad.

Es de humanos buscar la libertad
mas no hay libertad si no ves hermanos
con quienes compartir vidas y sueños,
esperanzas para la eternidad,
regalando y recibiendo el Amor
que manipularon muchos tiranos.

Mas también son débiles los tiranos
que sufren por la vida en libertad,
porque alguna vez les faltó el Amor
que no les supimos dar como hermanos
en el camino hacia la eternidad
y la felicidad de nuestros sueños.

Sueños que soñamos en nuestros sueños
de vivir siempre libres de tiranos,
no comprendiendo que en la eternidad
solo basta gozar la libertad
disfrutando como buenos hermanos
la dulzura del verdadero Amor.

Quiero que el amor reine en nuestros sueños
Que somos hermanos y no tiranos
Que la libertad se haga eternidad.
 Miguel Navarro.

Por cierto, te recuerdo que mi novela "Cojuelo corre" está a tu disposición en



LA SEXTINA PROVENZAL
Fuentes “Vademecum poético” y Wikipedia

La sextina provenzal es una compleja combinación de treinta y nueve endecasílabos estructurados en seis estrofas de seis versos cada una y una contera final de tres versos inventada por el trovador provenzal Arnaut Daniel a fines del siglo XII.
No tiene rima, sino una serie de seis palabras finales que se van repitiendo en distinto verso, pero siempre al final de cada uno, en cada estrofa, de forma que las seis palabras finales de los seis versos de las seis estrofas sean las mismas, sólo que en diferente posición.
Si bien la sextina es isométrica en su desarrollo, ya la de Arnaut Daniel cuenta con versos de distinta medida (7, 10, 10, 10, 10, 7).
El trovador Ponce Fabre d’Uzès escribe una en octosílabos, y Crespí de Valdaura emplea el dodecasílabo dactílico y no el endecasílabo.

El esquema de las palabras finales de los versos es la siguiente:
1ª Estrofa: A–B–C–D–E–F
2ª Estrofa F–A–E–B–D–C
3ª Estrofa C–F–D–A–B–E
4ª Estrofa E–C–B–F–A–D
5ª Estrofa D–E–A–C–F–B
6ª Estrofa B–D–F–E–C–A

El remate o contera se constituye con tres versos donde se incluyen dos de estas palabras finales en cada uno de los tres versos, una al principio y otra al final, con una estructura que suele ser:

1° verso: A–B
2° verso: C–D
3° verso: E–F

La disposición de las últimas palabras de cada verso sigue la norma de que la última palabra del último verso de una estrofa sea la última palabra del primer verso de la siguiente, la última palabra de segundo verso sea la última del primer verso de la anterior estrofa y la última del tercer verso sea la última del penúltimo verso de la estrofa precedente.

         En cuanto al inventor de la sextina, cabe señalar que Arnaut Daniel fue un trovador provenzal que vivió entre la segunda mitad del siglo XII y comienzos del siglo XIII, ejerciendo su actividad poética entre 1180 y 1210.
Nació en Ribérac (Dordoña) en una fecha desconocida, pero que puede situarse en torno al 1150 o 1160. En uno de sus poemas menciona que asistió a la coronación del rey Felipe II Augusto (1180), y era ya un trovador conocido en torno al año 1195.
Es el más insigne representante del estilo llamado trobar ric. Se conservan 18 composiciones suyas (dos de ellas con música). Todas ellas, excepto una, son de tema amoroso. Pasa por ser el creador de la sextina, y se considera la primera su obra "Lo ferm voler qu'el cor m'intra" ("El firme deseo que se aloja en mi corazón").

Dante lo tuvo en gran estima; en la "Divina Comedia" lo encuentra en el Purgatorio (Canto XXVI), donde, por boca de Guido Guinizzelli, lo llama "il miglior fabro del parlar materno" ("el mejor forjador de hablar materno"). También Petrarca, en sus "Triunfos", le consideraba un "gran maestro d'amore" y "fra tutti il primo" ("el mejor entre todos").



Érase una vez... Eva Devís

Hoy añado un blog  nuevo.
Es el de una criatura
Alegre y divertida
Buena amiga y compañera.
Mis mejores deseos
Y aunque no es de literatura
Le auguro un gran futuro

Y una larga andadura.



Puedes visitarlo en....


ESTANZAS ALABANDO LA NOCHE - Fabián de Cucalón (¿?-1617)

Sagrada noche llena de contento,
archivo de placeres y alegría,
recreo para el dulce pensamiento
que está sin aliviarse todo el día.


Esperando que pase el descontento
y el sobrado ruido y armonía,
para gozar quieto y con bonanza
el deseado fin de su esperanza.

Causáis al hombre singular consuelo
con esa quietud tan sosegada,
abriéndole el camino de su cielo
donde descansa el alma enamorada.

Concedéis mil contentos en el suelo
al alma del amor apasionada,
causándole regalo vuestro luto

prestando la ocasión dulce tributo.


Te recuerdo que mi novela (Cojuelo corre) está disponible en:



Homenaje a Julio Caro Baroja en su centenario (Biblioteca Nacional de España)

Noticia procedente de la Biblioteca Nacional de España.

Julio Caro Baroja © Carmen Caro, 2005
La Biblioteca Nacional de España rinde homenaje a Julio Caro Baroja en el centenario de su nacimiento con la celebración de una mesa redonda en la que familiares y amigos ofrecerán un retrato de la trayectoria personal e intelectual de uno de los pensadores más destacados del siglo XX.

Julio Caro Baroja fue un constante y riguroso
investigador dedicado a la antropología social y cultural de los pueblos de España y de determinados grupos sociales, con especial preocupación por la historia, la cultura y la sociedad vasca.
Sobrino de Pío y de Ricardo Baroja, e hijo de Carmen Baroja, dejó junto a su obra científica un libro de memorias, Los Baroja, indispensable para la historia intelectual de España en el siglo XX.
Fue académico de la Historia, estuvo muy próximo a la Fundación José Ortega y Gasset, como uno de sus más queridos discípulos, presidió la Fundación Francisco Giner de los Ríos (Institución Libre de Enseñanza) y recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias
Sociales en 1983.
Este acto cuenta con la participación de su hermano, Pío Caro Baroja, de Joaquín Álvarez Barrientos, (Instituto de Lengua, Literatura y Antropología del CSIC), de Elvira Ontañón (Fundación Francisco Giner de los Ríos. Institución Libre de Enseñanza), de Faustino Menéndez-Pidal (Real Academia de la Historia), de Emilio Lledó (Real Academia Española) y de Rogelio Rubio (Fundación Ortega-Marañón).

Información práctica
Jueves 13 de noviembre de 2014, a las 19:00 h.
Salón de actos. Entrada libre – Aforo limitado 

Este acto se retransmitirá en directo a través de:








Más información sobre el acto en:
http://www.bne.es/es/Actividades/2014/Noviembre/homenaje-caro-baroja.html


Biografía
desde Wikipedia
Julio Caro Baroja (Madrid; 13 de noviembre de 1914–Vera de Bidasoa, Navarra; 18 de agosto de 1995) fue un antropólogo, historiador, lingüista, folklorista y ensayista español, sobrino del escritor Pío Baroja y del pintor y escritor Ricardo Baroja.
Hijo del editor Rafael Caro Raggio y de Carmen Baroja, sobrino del novelista Pío Baroja y del pintor Ricardo Baroja, y hermano del documentalista, etnógrafo y escritor Pío Caro Baroja, fue discípulo de Telesforo Aranzadi, José Miguel de Barandiarán, Hermann Trimborn y Hugo Obermaier, quienes lo encaminaron a la historia y a la etnografía.
Se doctoró en Historia antigua por la Universidad de Madrid, donde ejerció brevemente como profesor. Posteriormente dirigió el Museo del Pueblo Español de Madrid, pero trabajó básicamente en solitario. Por distintas razones, tanto personales como circunstanciales, se mantuvo al margen de la universidad, excepto durante dos cortos períodos de docencia, uno en Coímbra y otro, mucho más tarde, en el País Vasco. Realizó
numerosos viajes por España y el extranjero, con estancias prolongadas en Estados Unidos e Inglaterra (entre 1951 y 1953), dedicándose, como dijo alguna vez, «a sus labores».
Fruto de su formación y de los maestros que tuvo, sus primeros trabajos tratan sobre temas etnográficos, escritos cuando tan sólo tenía 15 años, así como su tesis doctoral en 1941, que fue la base de una trilogía muy posterior acerca de los ciclos de las fiestas de invierno (El carnaval, 1965), de primavera (La estación de amor, 1979) y de verano (El estío festivo, 1984).
En sus primeros libros se expone una síntesis de la etnología en España y en particular de la del País Vasco: Los pueblos del norte de la península Ibérica (1943), Los pueblos de España (1946), Los vascos (1949).
Sus estudios relacionados con aspectos tecnológicos vienen de la época en que dirigió el Museo del Pueblo Español. Entre ellos caben destacar los dedicados a los arados españoles (1949) y a los molinos de viento (1952), publicados en la Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, de la que fue director durante quince años.
Viajar al Sahara en 1952 hizo que su interés se orientara hacia el hecho de las minorías étnicas. Publicó los Estudios saharianos (1955), quizás el libro más valioso acerca de este territorio africano bajo dominio español en aquella época. Los moriscos del reino de Granada (1957) y otros posteriores marcan el sincretismo entre etnografía e historia, por ser fruto de su intensa labor de investigación en los archivos de la Inquisición: Las brujas y su mundo (1961), su obra más conocida, Vidas mágicas e Inquisición (2 vols., 1967) y, sobre todo, Los judíos en la España moderna y contemporánea (3 vols., 1961–1962). Otros estudios sobre grupos o minorías oprimidas nos dan una visión de los gitanos, mendigos o bandidos del área mediterránea.
También fueron novedosos los titulados Ensayo sobre la literatura de cordel (1969), Las formas complejas de la vida religiosa (Religión, sociedad y carácter en la España de los siglos XVI y XVII) (1978), La aurora del pensamiento antropológico. La Antropología en los clásicos griegos y latinos (1983) y La cara, espejo del alma. Historia de la fisiognómica (1987).
En los 18 volúmenes que componen los Estudios vascos se recogen artículos publicados entre las primeras monografías (La vida rural en Vera de Bidasoa, 1944; Los vascos. Etnología, 1949) y obras de madurez como La hora navarra del XVIII (1969), Etnografía histórica de Navarra (3 vols., 1971–1972) y La casa en Navarra (4 vols., 1982). Sobre el viejo reino, y sobre Guipúzcoa, elaboró, con su hermano Pío, un par de extensas películas etnográficas.
En su obra Los vascones y sus vecinos estudia la historia antigua de dos pueblos, los vascones y sus vecinos de Aquitania. En este libro incorpora algunas novedades en relación con escritos anteriores, ya que dice que la lengua que más se puede comparar al euskera es la hablada en ciertos núcleos étnicos antiguos aquitanos e incluso pirenaicos más orientales. 
Escribió también sobre su familia; en su gran ensayo, Los Baroja, habla sobre su tío Pío Baroja, su otro tío Ricardo, pintor, y sobre toda su familia. Fue enterrado en Vera de Bidasoa (Navarra), donde los Baroja poseen una casa familiar llamada «Itzea», palacete que adquirió su tío Pío.
En su obra —que alcanza unas setecientas entradas entre libros, artículos, prólogos y ensayos— destacan trabajos que fueron precursores en su día, aunque ahora cuenten con numerosos seguidores. Es considerado en España como el iniciador del llamado enfoque histórico-cultural y podemos decir que fue uno de los últimos sabios del siglo XX, reconocido como tal en el extranjero.
Académico de número de la Real Academia de la Lengua Española, de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de la Lengua Vasca. Recibió el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (1983), la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1984), el Premio Nacional de las Letras Españolas, el Premio Internacional Menéndez Pelayo (1989) y el Premio Príncipe de Viana de la Cultura (1989).













Ante las provocaciones de un pequeño sector catalan, se me ocurre Libre-Nino Bravo

Ante las provocaciones de un
pequeño sector de la sociedad catalana, desde la serenidad y la libertad, solo
se me ocurre:

Quien une construye,
y quien desune hunde.

Quien fronteras levanta,
en su corazón mata
la idea de libertad.

Miguel Navarro








Jaime Gil de Biedma, ("¿Y qué decir de nuestra madre España...")

A continuación transcribo un poema que viene como anillo al dedo ante la situación que atraviesa España. Escrito por Jaime Gil de Biedma y Alba (Barcelona, 13 de noviembre de 1929 - Barcelona, 8 de enero de 1990), un poeta de esos que están “algo olvidados” y que marca un compromiso real con la España profunda que tanto conocemos.



¿Y qué decir de nuestra madre España,
este país de todos los demonios
en donde el mal gobierno, la pobreza
no son, sin más, pobreza y mal gobierno
sino un estado místico del hombre,
la absolución final de nuestra historia?

De todas las historias de la Historia
sin duda la más triste es la de España,
porque termina mal. Como si el hombre,
harto ya de luchar con sus demonios,
decidiese encargarles el gobierno
y la administración de su pobreza.

Nuestra famosa inmemorial pobreza,
cuyo origen se pierde en las historias
que dicen que no es culpa del gobierno
sino terrible maldición de España,
triste precio pagado a los demonios
con hambre y con trabajo de sus hombres.

A menudo he pensado en esos hombres,
a menudo he pensado en la pobreza
de este país de todos los demonios.
Y a menudo he pensado en otra historia
distinta y menos simple, en otra España
en donde sí que importa un mal gobierno.

Quiero creer que nuestro mal gobierno
es un vulgar negocio de los hombres
y no una metafísica, que España
debe y puede salir de la pobreza,
que es tiempo aún para cambiar su historia
antes que se la lleven los demonios.

Porque quiero creer que no hay demonios.
Son hombres los que pagan al gobierno,
los empresarios de la falsa historia,
son hombres quienes han vendido al hombre,
los que le han convertido a la pobreza
y secuestrado la salud de España.

Pido que España expulse a esos demonios.
Que la pobreza suba hasta el gobierno.
Que sea el hombre el dueño de su historia.
(Jaime Gil de Biedma, siglo XX)

La disposición de las últimas palabras de cada verso sigue la norma de que la última palabra del último verso de una estrofa sea la última palabra del primer verso de la siguiente, la última palabra de segundo verso sea la última del primer verso de la anterior estrofa y la última del tercer verso sea la última del penúltimo verso de la estrofa precedente.



Por cierto, te recuerdo que puedes conseguir la última novela de Miguel Navarro (Cojuelo corre) en el siguiente enlace:

Habito una tierra (soneto)

Habito una tierra fugaz y esquiva,
algo moruna y muy llena de pícaros,
sin ninguna fe y con gustos muy caros,
 donde alguna vez fue una patria altiva.


Tierra fértil, trabajadora y viva,
 saqueada por truhanes sin reparos
con el corazón de los más avaros
mercaderes de honra decorativa.

De la justicia y del pueblo se ríen
pensando ser ajenos a la ley
pues conseguirán que les amnistíen

Mas solo le pido al supremo Rey
no queden impunes, ni nos agríen,
y que ponga algo en orden a la grey.
Miguel Navarro.


Puedes conseguir la última novela de Miguel Navarro ("Cojuelo corre") en


“Liras en alabanza de la libertad”, Gerónimo Virués (¿Valencia 1541? - Id 1611)

“Liras en alabanza de la libertad”, Gerónimo Virués.
LIRAS  EN ALABANZA DE LA LIBERTAD

El más seguro puerto,
el más alegre y apacible estado
y el contento más cierto,

es nunca ser mandado,
ni estar un hombre a otro sujetado.

De tanta gloria es causa
la libertad en esta vida triste,
pues pone fin y pausa
a cuanto mal reviste,
al que de ajena mano come y viste.

Esta hace que el suelo,
mientras en él viviere libertado,
le sea un otro cielo,
porque el bien alcanzado,
sin ella queda de su ser privado.

Ni por la plata y oro,
ni las piedras preciosas del Oriente,
renuncie este tesoro
el que libre se siente,
porque en su mismo daño y mal consiente.

La libertad excede
a cuanto el mundo tiene de riqueza;
ni a ella llegar puede
la fuerza o gentileza,
pues en ella restriba su grandeza.

Es como una vislumbre
de la tartárea pena y su tormento
la triste servidumbre;
ni bajo el firmamento
hubo jamás servicio sin lamento.

Matóse con su mano,
por no servir Catón gallardo y fuerte,
mostrando cual romano
tener por peor suerte
vivir tal vida, que morir tal muerte.

Y el esforzado Bruto
por no servir, la muerte ha padecido,
y dio por mejor fruto
la muerte que ha sufrido,
que el tiempo que sin libertad vivido.

Y el vaso venenoso,
que porque no le prenda su enemigo,
bebió Aníbal furioso,
nos dio claro testigo
que de la libertad fue siempre amigo.

Pues a Pentesilea
del mujeril ejercito amazona,
que porque no se vea
cautiva su persona,
el arrancado pecho la corona.

¡Oh, libertad querida!
¡oh, libertad de todo el mundo amada!
Por ti pierden la vida,
por ti se tiene en nada
cualquier fuerza de fuego y dura espada.

¿El soberbio edificio,
el monte, el prado, el rio, la floresta,
el bélico ejercicio,
de qué sirve ni presta?
Todo sin libertad cansa y molesta.

Todos al fin procuran
cobrar la libertad si la tuvieron;
y por ella aventuran
cuanto bien poseyeron,
y pierden por ganar lo que perdieron.

Por esta, el que enlazado
en cautiverio está de pies y brazos,
desea ser librado
y cual Sansón los lazos
por tener libertad hace pedazos.

Por esta el navegante
no teme el golfo, ni el austral furioso,
ni hay Sirte que le espante;
Ir este vivir penoso
e tiene por contento y gran reposo.

Y tanto a todos place
la vida libre, que cualquier fatiga
su contento deshace,
de todos es amiga,
y a padecer por ella nos obliga.

Tener el mundo todo
sin tener libertad, don sobrehumano.
es escoria, es lodo,
es caballo Seyano
y poseer el oro Tolosano.

Por defender a Roma
hizo en la puente Horacio gran matanza,
y del contrarío doma
el orgullo y pujanza,
un lacerado hierro de su lanza.

La libertad pretende
hasta el Olimpo santo alzar su vuelo,
no le estorba ni ofende
la distancia del cielo,
ni el viento, el mar, la tierra, el fuego, el hielo.

Que aunque en la jaula rica
el dulce jilguerito está encerrado,
de uno en uno pica,
por verse libertado,
los juncos que le tienen cautivado.

Si los del alto cielo
no tienen libertad, afirmar oso
que no tienen consuelo,
ni gloría, ni reposo,
porque sin libertad, ¿quién hay dichoso?

Pues, libertad amada,
con este solo dicho al fin concluyo
tu loa y mi jornada;
y quien no fuere tuyo

jamás tengo esperanza de ser suyo. 

Jerónimo Virués

Fuentes biografía:
www.mcnbiografias.com

Jerónimo Virués, médico y poeta de la Academia de los Nocturnos de Valencia, conocido por el sobrenombre de “Estudio”.  Hay quien afirma que nació en Valencia en 1541 y quien dice nació en Benicarló (Castellón) con fecha desconocida lo que parece ser cierto es que falleció en Valencia el año 1611.
Hijo de Alonso de Virués, que fue médico del patriarca don Juan de Ribera, arzobispo y virrey de Valencia, Gerónimo estudió en la Universidad de Valencia, donde obtuvo el grado de bachiller en medicina en 1568 y el de doctor seguramente el mismo año. Ejerció durante algunos años en algún pueblo de la región, y heredó más tarde los cargos profesionales de su padre en el palacio arzobispal y en la enfermería de presos. El 22 de diciembre de 1598 fue nombrado examinador de médicos.
La única obra propiamente médica que se conoce de Gerónimo de Virués es el “Dialogo en el cual se trata de las heridas de la cabeza”. Este libro es, esencialmente, una traducción de un texto de Amato Lusitano. Virués la hizo, "viendo la falta de latinidad que hay en los mancebos cirujanos y aun en algunos Maestros... a “pedimiento” y “importunación” de algunos “dellos”, me ha parecido tomar este trabajo de traducir de latín en romance añadiendo, alargando y quitando algunas cosas que me parecieron ser convenientes". Fue ésta una corriente muy generalizada en la época y que contribuyó en gran manera a la enorme renovación que sufrió la cirugía en el siglo XVI.
Gerónimo de Virués participó de forma entusiasta en la Academia de los Nocturnos, sociedad valenciana de carácter literario, en cuyo libro de actas se conserva, entre otras muchas composiciones suyas, un "Discurso alabando la Medicina".


La novela de Miguel Navarro (Cojuelo corre) puedes conseguirla en Amazon en el siguiente enlace 
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De Balzac

  “ Finalmente, todos los horrores que los novelistas creen que  están inventando están siempre por debajo de la verdad” .  Coronel Chabert...

– Contra hidalguía en verso -dijo el Diablillo- no hay olvido ni cancillería que baste, ni hay más que desear en el mundo que ser hidalgo en consonantes. (Luis Vélez de Guevara – 1641)

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