Lectura del día


    Lectura del día. ¿A quién irá dirigida? ¿Banqueros? ¿Políticos? ¿Grandes empresarios? Interesante reflexión para el mundo contemporáneo. Ni añado, ni quito, simplemente transcribo cual amanuense medieval:

Carta del apóstol Santiago 5, 1-6
   “Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado.
   Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego.
   ¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!
   El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. 
   Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste."

Lope de Vega


Famosa armada de estandartes llena,
partidos todos de la roja estola,
árboles de la fe, donde tremola
tanta flámula blanca en cada entena;

   selva del mar, a nuestra vista amena,
que del cristiano Ulises la fe sola
te saca de la margen española,
contra la falsedad de una sirena,

   id, y abrasad el mundo, que bien llevan
las velas viento, y alquitrán los tiros,
que a mis suspiros y a mi pecho deban.

   Segura de los dos podéis partiros,
fiad que os guarden, y fiad que os muevan:
tal es mi fuego, y tales mis suspiros.
Lope de Vega.




Redondito Ubú. (cuento breve)


Erase una vez un sueño bajito, patizambo, más ovalado que redondo, todo Ubú. Sus ojos eran amorfos, con el derecho miraba contra el gobierno, con el izquierdo contra la oposición. Cuando se dirigía hacia ti no sabías si miraba de frente o de espaldas.
Viajaba en el tren de la mediocridad rumbo a ciudad Feliz, próxima a la saturada ciudad Desilusión. El mercancías estaba repleto de pelotazos, erotitonos y aspirantes a electricistas, cuando se detuvo porque el puente Esperanza había sido destrozado por el huracán Crisistísica. Los viajeros descendieron y deliberaron cuál sería la solución para llegar a su destino. El maquinista aconsejaba esperar que llegase la brigada reparadora, no tardaría mucho y saldrían de allí como si no hubiese sucedido nada. Nuestro amigo, desconociendo el motivo que le empujaba hacerlo, marchó con los que preferían cruzar el precipicio continuando a píe el trayecto. Cuentan las Crónicas que los huesos de los que permanecieron fueron devorados por lobos y buitres.
Redondito siguió a los que aparentaban ser más avispados que optaron por atajar a través de una senda que descendía hacia las profundidades rocosas.  Tan mala fortuna tuvo que su  peculiaridad física le hizo tropezar rodando hasta quedar colgado boca abajo en un matorral del acantilado. Desde allí contempló cómo se despeñaron los que quisieron avanzar por atajos intransitables. Nadie acudió en su rescate por lo que al cabo de unas horas, muchos esfuerzos y magulladuras, consiguió salir reptando. Sus piernas, que antes parecían hermosas, se habían deformado por el trauma.
Desconcertado, cegado por el sol, medio cojo, buscó en su interior algún manual de supervivencia. Al no encontrarlo rastreó los pasos de quienes le precedieron. No quedaba mucho de ellos, pues el tiempo, el olvido y las alimañas se encargaron de borrar cualquier camino que le permitiese traspasar el abismo.
Armado de paciencia y contemplando a unos pocos que transitaban por un camino, también pedregoso, pero al menos amplio para todos, siguió para seguirlo hasta llegar al cruce del río. Allí, unos recortadores de maderas, flores y cuanto guiase a la salida, intentaron impedirles el paso. Exigían cuotas duras a quienes intentaban salir del atolladero, pedían lo que llevaban encima y no satisfechos quisieron exigir más. Hay quienes optaron por pagar el peaje pero jamás lograron subir pues tanto habían cedido que les fallaron las fuerzas, la dignidad y la resolución. Se dice que regresaron para convertirse en los siervos del peaje.
Como nuestro pequeño sueño había perdido en su caída cuanto llevaba encima, eligió irse con otro grupo que afirmaba ser posible salir de allí por la vereda de las Recuperaciones. Era difícil pues los Recortadores habían intentado borrarla del mapa, pero algunos recordaron lo que una vez fue un camino ahora abandonado y mustio.
El terreno era escabroso y en su ascensión muchos cantos de sirenas les atraían de nuevo al precipicio. Sus hermosos sones hablaban de lo bueno que había sido todo, de que las cosas seguían igual, que en la cumbre debían esperar que se reparara la única vía posible. Poco a poco fueron quedando menos e incluso una mala hierba atrapó los pies de Redondito que cayó de bruces dándose un sonoro golpe en la frente. Las malas hierbas siempre evitan que avances.
En la cumbre surgió de nuevo la discusión: esperar a los reparadores o continuar caminando por otra vía. El grupo se dividió, unos permanecieron en el lugar del corte, otros siguieron por el trazado alternativo. Fue larga la caminata, muchos días transcurrieron bajo el sol y Redondito sudó la gota gorda, tanto que había quedado casi en los huesos. Hay quienes no pudieron continuar pero nuestro amigo estaba hasta las narices de aquel calor agobiante, de tantos cambios sin solución, y recordó que alguna vez fue feliz por lo que siguió a los que iban delante de él.
No recuerda con exactitud cuántos días tardaron en llegar, pero un amanecer, con el sol de cara, los agotados peregrinos vislumbraron los altos torreones de ciudad Feliz. Sus habitantes, conocedores de las penalidades acaecidas, salieron en tropel a recibirles. Palmas, ramos de olivos, serpentinas de colores, invitaban a la celebración. Estaban sorprendidos de semejantes festejos pero el mayor sorprendido fue Redondito pues las mujeres susurraban algo parecido a lo hermoso que era y, los niños, admirados querían imitarle. Se detuvo ante un escaparate que devolvía la imagen de un sueño elevado, de un hombre respetado, no por sus ropajes sino por su porte gallardo. Entonces comprendió que los matorrales donde permaneció colgado habían rectificado sus piernas, que había adelgazado caminando bajo el sol, que su mirada taciturna se había enderezado por el golpe del camino.
Ya no era el mismo sueño que una vez partió de ciudad Decadentia, sus aspiraciones habían cambiado y sus deseos se habían elevado. Por una vez en la vida estuvo orgulloso de sí mismo y de los nuevos amigos que había conseguido en su aventura.






-Contra hidalguía en verso -dijo el Diablillo- no hay olvido ni cancillería que baste, ni hay más que desear en el mundo que ser hidalgo en consonantes. (Luis Vélez de Guevara – 1641)

A la Virgen de los Desamparados


A continuación transcribo dos poemas escritos por encargo y dedicados a la Virgen de los Desamparados. Accedí por la persona que los pidió y por la devoción a Nuestra Señora la Virgen de los Desamparados. Fueron leídos por las Reinas Infantil y Mayor de las fiestas del barrio de San Rafael, de Tavernes Blanques, durante la ofrenda de flores realizada el domingo, día 2 de septiembre de 2012. Se encuentran escritos en valenciano lo cual entraña una especial dificultad por no ser mi lengua de uso común. Tras la alegría inicial y los esfuerzos adicionales, el resultado es el que se puede leer a continuación. La traducción al castellano se encuentra al final del documento. No soy quien para juzgarlos pero sí para afirmar que se encuentran elaborados con mucho cariño y devoción. Deseo que guste o, al menos, no disgusten.


– I –

Mare de Déu dels Desamparats
Mareta meua, mareta nostra.

Mare dels iaios que ens recorden
els seus costums i tradicions,

Mare dels pares que mantenen
vius els valors i les il.lusions
per ser bons i devots cristians.

Mare dels joves i dels xiquets
que ofereixen estudis i jocs
a la més bonica devoció
que en la Terra Déu ens ha donat.

Ací t’oferim les nostres flors
plenes de força, llum i colors
embargats de gran emoció
que sorgix dels nostres sincers cors.

Roses rotges de la passió
que tots els valencians senten
per la mare geperudeta
i que es depositen als teus peus
amb gran respecte i admiració.

Grocs, simbols de la riquesa
que en la nostra ànima desborda
al contemplar tanta bellesa
que reflecteix l’amor de Déu.

Verds rebossants de l’esperança
que tot un poble deposita
en la flor plena de puresa
que ens ama i ens abraça.

També tenim els colors morats
que són prena del nostre agraïment
quan en els moments de tristesa
no ens has deixat desamparats.

Eixos ulls tenen tanta dolçor
i és la teua cara tan bonica,
que no em canse de mirar-te,
de contemplar-te i d’admirar-te
oblidant qualsevol dolor.

Vulguera donar-te moltes flors
i engalanar els nostres carrers
amb rics brocats i banderoles
d’este poble que t’ha enamorat.

Vulguera cantar-te una cançó
i que toquen moltes campanes,
llançant al cel els seus sons
d’este poble que has emparat.

Vulguera ser com un somni,
que furtara a les estreles
la nit del foc, el foc de la nit
d’este poble que has protegit.

Vulguera donar moltes coses:
joies, flors, moltes cançons, riqueses.
mes no puc, poques coses tinc.
Només puc oferir-te la meua oració
per tots els que venim ací
i pels que ací no han vingut,
perquè d’allò més segur
que tots junts el senten
amb profunda devoció
quan criden:

Taverners, tots a una veu
Vixca la Mare de Deu!!!




– II –


Verge dels Desamparats,
font del més pur amor,
got d’insigne devoció,
mareta del Bon Pastor,
reina de la  nostra oració
eres el major tresor
que tot un poble ha somiat,
que tot un regne ha conquistat.

Portant roses i clavels,
assussenes i lliris,
tot el barri de Sant Rafel
ací ha vingut als teus peus
per a donar les seues ofrenes
a la dolça mare de Déu.

Presa aquests rams de flors
que t’oferim amb el cor.
Presa nostres il.lusions,
nostres fatigues, les nostres veus
que et donen sempre gràcies
per tants i tants favors
que solamente coneix Déu.

Perquè quan en l’horitzó
apareixen negres nuvolots,
quan la freda foscor
ens ofega en la seua tristesa,
quan arriben els mals rumors,
quan les penúries vénen al món,
el poble, trist i malferit,
la seua pregària alça als cels,
confiant que ha sigut escoltat,
confiat que ha sigut emparat
per la reina dels Àngels
per la Mare dels Desamparats.

Mare et vull demanar
pels angelets no nascuts,
per totes les famílies
que patixen dificultats
econòmiques, socials,
físiques i morals;
pels dements i els malalts;
pels ancians abandonats
en les seues residències;
pels matrimonis trencats;
pels que ploren en soletat;
pels que necessiten consol,
refugi, pau i caritat.

Perquè sapiem donar
tot el que necessiten
i on no podem arribar
que els protegisca el teu mant
sempre protector i emparat
per la santa mà del teu Fill.

Mare meua intercessora
sempre atenta, sempre pendent
ara i qualsevol hora,
que mai  s’ha pogut dir
que cap de què a tu acudixen
ha quedat desamparat.

Mare meua bondadosa
tot un Déu en tu s’ha fixat,
en la teua bellea graciosa,
en la teua efígie sobirana,
en els teus ulls celestials,
en el teu somriure sultana,
en la teua cara acollidora,
Senyora de la Pietat,
Mare dels Desafortunats.

Podria passar molt de temps
recitant els teus encants,
els teus dons, les teues gràcies,
però hui mareta no puc,
tinc el cap en un altre lloc,
i tinc els ulls plens de plors.
Tu com a mare, em comprens
perquè la meua xiqueta,
tota ella com una flor,
a la Geperudeta,
li ha entregat el seu cor.
Verge santa, Mare bella,
el meu cor va amb ella,
la meua ànima, el meu ser,
tot el meu cos tremola,
embargat per l'emoció
de veure la meua filla,
amb cristiana devoció
i et done mil gràcies
per esta visió.
Gràcies Mare admirable,
digna de veneració,
gràcies Mare amable,
gràcies Mare del Creador,
Mare auxili dels cristians,
reina de tots els sants,
Taverners tots a una veu
Vixca la mare de Déu.



TRADUCCION
Al intentar “pensarlos”, originalmente, en valenciano, la traducción al castellano “difiere” a los matices originales. He intentado realizar la traducción respetando el texto original en la medida de lo posible.

– I –

Madre de los Desamparados
Madre mía, madre nuestra.

Madre de los abuelos que recuerdan
sus costumbres y tradiciones.

Madre de los padres que mantienen
vivos, valores e ilusiones
por ser buenos y devotos cristianos.

Madre de jóvenes y chiquillos,
que ofrecen estudios y juegos
a la más bonita devoción
que en la tierra Dios nos ha dado.

Te ofrecemos nuestras flores,
llenas de fuerza, luz y colores,
embargados de gran emoción
que sale de nuestros corazones.

Rosas rojas de la pasión
que todos los valencianos sienten
por la madre geperudeta (*)
y que se depositan a tus pies
con gran respeto y admiración.

Amarillos, símbolos de la riqueza
que en el alma desborda
al contemplar tanta belleza
que refleja el amor de Dios.

Verdes rebosantes de esperanza,
que todo un pueblo deposita,
en la flor llena de pureza
que nos ama y abraza.

Tenemos colores morados,
prenda de nuestro agradecimiento,
cuando en los momentos de tristeza,
no nos has dejado desamparados.

Esos ojos tienen tanta dulzor
y es tu cara tan bonita
que no me canso de mirarte,
de contemplarte y de admirarte,
olvidando cualquier dolor.

Quisiera darte muchas flores,
y engalanar las calles
con ricos bordados y banderas
de este pueblo que te ha enamorado.

Quisiera cantarte una canción
y que toquen muchas campanas,
lanzando al cielo los sonidos
de este pueblo que has amparado.

Quisiera ser como un sueño
que robara a las estrellas
la noche de fuego, el fuego de la noche
de este pueblo que has protegido.

Quisiera dar muchas cosas,
joyas, flores, canciones, riquezas,
pero no puedo, pocas cosas tengo.
Solo puedo ofrecerte mi oración,
por los que aquí han venido,
por lo más seguro
que todos juntos sienten
con profunda devoción
cuando gritamos:
Taberners, todos a una voz,
Viva la Madre de Dios.



– II –

Virgen de los Desamparados,
fuente del más puro amor,
vaso de insigne devoción,
madre del Buen Pastor,
reina de nuestra oración
eres el mayor tesoro
que todo un pueblo ha soñado,
que todo un reino ha conquistado.

Llevando rosas y claveles,
azucenas y lirios,
todo el barrio de San Rafael,
ha venido a tus pies
para dar sus ofrendas
a la dulce madre de Dios.

Toma estos ramos de flores
que te ofrecemos de corazón.
Toma nuestras ilusiones,
nuestras fatigas, nuestras voces,
que te dan siempre gracias
por tantos y tantos favores
que solamente conoce Dios.

Porque cuando en el horizonte
aparecen negros nubarrones,
cuando la fría oscuridad
nos ahoga en su tristeza,
cuando llegan los malos rumores,
cuando las penurias vienen al mundo,
el pueblo, triste y malherido,
su plegaria alza a los cielos,
confiando que ha sido escuchado,
confiado que ha sido amparado,
por la reina de los ángeles,
por la madre de los Desamparados.

Madre te quiero pedir
por los angelitos no nacidos;
por todas las familias
que padecen dificultades
 económicas, sociales,
físicas y morales;
por los dementes y los enfermos,
por los ancianos abandonados
en sus residencias;
por los matrimonios rotos,
por los que lloran en soledad;
por los que necesitan consuelo,
refugio, paz y caridad.

Para que sepamos dar
todo lo que necesitan
y donde no podamos llegar
que les proteja tu manto,
siempre amparador y amparado
por la santa mano de tu Hijo.

Madre mía intercesora
siempre atenta, siempre pendiente,
ahora y cualquier hora,
que nunca se ha podido decir
que ninguno de los que a ti acuden
ha quedado desamparado.

Madre mía bondadosa,
todo un Dios en ti se ha fijado.
en tu belleza graciosa,
en tu efigie soberana,
en tus ojos celestiales,
en tu sonrisa sultana
en tu cara acogedora,
Señora de la Piedad,
Madre de los Desafortunados.

Podría pasar mucho tiempo
recitando tus encantos,
tus dones, tus gracias,
pero hoy madrecita no puedo,
tengo la cabeza en otro lugar,
y tengo los ojos llenos de lagrimas,
tú como madre, me comprendes
porque mi chiquilla,
toda ella como una flor,
a la Geperudeta, (*)
le ha entregado su corazón,
Virgen Santa, Madre bella,
mi corazón va con ella,
mi alma, mi ser,
todo mi cuerpo tiembla,
embargado por la emoción
de ver a mi hija,
con cristiana devoción
y te doy mil gracias
por esta visión.
Gracias Madre Admirable,
digna de veneración,
gracias Madre Amable,
gracias Madre del Creador,
Madre auxilio de los cristianos,
reina de todos los santos.
Taberners, todos a una voz,
viva la madre de Dios.

(*) Titulo cariñoso con el que los valencianos denominamos a la Virgen. Traducción literal sería, si no me equivoco, jorobadita. Se la llama así por la forma peculiar que tiene la imagen. En su orígenes se trataba de una imagen de la dormición de la Virgen, que al ser elevada adquiere esa peculiar forma.





Regreso


Regreso tras largos paseos por el cauce de un rio sinuoso, manso, acompañado por hadas que revoloteaban entre las flores, por duendes traviesos, por gnomos escondidos en cañaverales, donde emanaban aromas a tomillo, espliego y romero; donde volaban, cuando aparecían, patos y alguna garza despistada.
Regreso para lo bueno y lo malo, con los mismos defectos y alguna virtud todavía desconocida, con dos bodas en la mochila y un entierro indigesto. Regreso como regresan las oscuras golondrinas a tu balcón sus nidos a colgar, como las hojas de los chopos que retornan a sus raíces otoñales.  Regreso después de pasar mis últimas tardes con Teresa (Juan Marsé 1966) hasta que el murciano fue detenido por el robo de una vulgar motocicleta; retorno después de sufrir los complicados padecimientos de Raskólnikov (Crimen y Castigo – Dostoyevski 1866) por su horrendo crimen; vuelvo después de divertirme con las desventuras del diablo Cojuelo (Luis Vélez de Guevara 1641) por la España del Barroco.
Regreso a la jungla de asfalto y hormigón, de vestidos multicolores y pantalones ceñidos, de sueños interruptus y pasiones grisáceas, de recortes flatulentos y opresiones continuas, de miseria y grandezas, de pequeñeces y memeces.
Regreso con la fe renovada en Nuestra Señora Santa María de la Incomprensión, la esperanza puesta en un bebe que quiere seguir aunque sea en un mundo cruel y la caridad de unos ojos brillantes a la luz de la luna como el primer día, como el primer instante.
Regreso si me dejan y si te dicen que caí (de nuevo Marsé 1973) búscame allí donde las montañas se confunden con el cielo invitando a soledad.
Regreso, regresé.

Fragmentos “Últimas tardes con Teresa”

“…todavía estarían pagando las consecuencias, todavía arrastrarían trabajosamente, aburridamente, cierto prestigio estéril conquistado durante aquellas gloriosas fechas, una gran lucidez sin objeto, un foco de luz extraviado en la noche triste de la abjuración y la indolencia desintegrándose poco a poco en bares de moda con la otra integración a la vista (la europea, de cuyas bondades, si llegaban un día, ellos y sus distinguidas familias serían los primeros en beneficiarse), oxidándose como monedas falsas, babeando una inútil madurez política, penosamente empeñados en seguir representando su antiguo papel de militantes o conjurados más o menos distinguidos que hoy, injustamente, presuntas aberraciones dogmáticas han dejando en la cuneta.”

“Pero la juventud muere cuando muere su voluntad de seducción, y cansado, aburrido de sí mismo, aquel esplendoroso fantasma del tormento se convertiría con el tiempo en el fantasma del ridículo personal, en un triste papagayo disecado, atiborrado de alcohol y de carmín de niñas bien, en los miserables restos de lo que un día fue espíritu inmarcesible de la contemporánea historia universitaria.”

“En la mesa surgió una discusión a propósito de la indignación del hombre actual. Luis opinaba que el español había perdido su fabulosa capacidad de indignación, que todo lo aguanta, que ya no se indigna por nada. Jaime Sangenís le dio la razón, Leonor les hizo observar que, a su entender, existía aún en el país cierta capacidad de indignación, pero que había que admitir que ya no era viril, no era nacional.”




De Balzac

  “ Finalmente, todos los horrores que los novelistas creen que  están inventando están siempre por debajo de la verdad” .  Coronel Chabert...

– Contra hidalguía en verso -dijo el Diablillo- no hay olvido ni cancillería que baste, ni hay más que desear en el mundo que ser hidalgo en consonantes. (Luis Vélez de Guevara – 1641)

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