De esta forma llegaron a
Valencia, enseña del Mediterráneo, madre adoptiva de Rodrigo Díaz de Vivar,
rosa perfumada de Levante y orgullo español, semáforo de Europa, murciélago
ruidoso en noches de verano, cuna de flores y naranjos, de luz y de colores, de
pólvora y arrozales, eterna tercería en capitalidades hispanas, esplendoroso
contraste de pasado y futuro que pierde el presente, sastrería de moda, inversora
de los siete pecados capitales y algunos otros provincianos, circuito de
carreras en la fuga de cerebros, pescadora de sueños pecadores, velero al
viento descuajado por huracanes trapicheados. Pueblo trabajador, mestizo y
afable, que reúne en sus calles esfuerzo y sudor, penas y alegrías, amabilidad,
humor y amor… (Aventuras y Desventuras de un Diablo Cojo, Capítulo XVII)
Poema del día: "Las tres cosas del Romero", de Enrique González Martínez
(México, 1871-1952)
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Sólo tres cosas tenía
para su viaje el Romero;
los ojos abiertos a la lejanía,
atento el oído y el paso ligero.
Cuando la noche ponía
sus sombras en el se...
Hace 18 horas

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