A continuación un soneto
interesante de D. Francisco de Quevedo y Villegas, que medita sobre nuestra
Patria. Tengamos en cuenta que el Godo es don Pelayo; los herederos, los Reyes
Católicos, cuyo casamiento abrió las puertas al dominio de Europa. Por otro lado
la muerte del rey Don Sebastián, hizo que Portugal pasara a España y su bandera
ondeara en nuestros castillos. Los últimos versos impresionan hasta lo más
profundo del alma ibérica.
Un godo, que una cueva en la montaña
guardó, pudo cobrar las dos Castillas;
del Betis y Genil las dos orillas,
los herederos de tan grande hazaña.
A Navarra te dio justicia y maña,
y un casamiento, en Aragón, las sillas
con que a Sicilia y Nápoles humillas
y a quien Milán espléndida acompaña.
Muerte infeliz en Portugal arbola
tus castillos. Colón pasó los godos
al ignorado cerco de esta bola.
Y es más fácil, ¡oh España, en muchos modos,
que lo que a todos les quistaste sola
te puedan a ti sola quitar todos.
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