Homenaje a Julio Caro Baroja en su centenario (Biblioteca Nacional de España)

Noticia procedente de la Biblioteca Nacional de España.

Julio Caro Baroja © Carmen Caro, 2005
La Biblioteca Nacional de España rinde homenaje a Julio Caro Baroja en el centenario de su nacimiento con la celebración de una mesa redonda en la que familiares y amigos ofrecerán un retrato de la trayectoria personal e intelectual de uno de los pensadores más destacados del siglo XX.

Julio Caro Baroja fue un constante y riguroso
investigador dedicado a la antropología social y cultural de los pueblos de España y de determinados grupos sociales, con especial preocupación por la historia, la cultura y la sociedad vasca.
Sobrino de Pío y de Ricardo Baroja, e hijo de Carmen Baroja, dejó junto a su obra científica un libro de memorias, Los Baroja, indispensable para la historia intelectual de España en el siglo XX.
Fue académico de la Historia, estuvo muy próximo a la Fundación José Ortega y Gasset, como uno de sus más queridos discípulos, presidió la Fundación Francisco Giner de los Ríos (Institución Libre de Enseñanza) y recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias
Sociales en 1983.
Este acto cuenta con la participación de su hermano, Pío Caro Baroja, de Joaquín Álvarez Barrientos, (Instituto de Lengua, Literatura y Antropología del CSIC), de Elvira Ontañón (Fundación Francisco Giner de los Ríos. Institución Libre de Enseñanza), de Faustino Menéndez-Pidal (Real Academia de la Historia), de Emilio Lledó (Real Academia Española) y de Rogelio Rubio (Fundación Ortega-Marañón).

Información práctica
Jueves 13 de noviembre de 2014, a las 19:00 h.
Salón de actos. Entrada libre – Aforo limitado 

Este acto se retransmitirá en directo a través de:








Más información sobre el acto en:
http://www.bne.es/es/Actividades/2014/Noviembre/homenaje-caro-baroja.html


Biografía
desde Wikipedia
Julio Caro Baroja (Madrid; 13 de noviembre de 1914–Vera de Bidasoa, Navarra; 18 de agosto de 1995) fue un antropólogo, historiador, lingüista, folklorista y ensayista español, sobrino del escritor Pío Baroja y del pintor y escritor Ricardo Baroja.
Hijo del editor Rafael Caro Raggio y de Carmen Baroja, sobrino del novelista Pío Baroja y del pintor Ricardo Baroja, y hermano del documentalista, etnógrafo y escritor Pío Caro Baroja, fue discípulo de Telesforo Aranzadi, José Miguel de Barandiarán, Hermann Trimborn y Hugo Obermaier, quienes lo encaminaron a la historia y a la etnografía.
Se doctoró en Historia antigua por la Universidad de Madrid, donde ejerció brevemente como profesor. Posteriormente dirigió el Museo del Pueblo Español de Madrid, pero trabajó básicamente en solitario. Por distintas razones, tanto personales como circunstanciales, se mantuvo al margen de la universidad, excepto durante dos cortos períodos de docencia, uno en Coímbra y otro, mucho más tarde, en el País Vasco. Realizó
numerosos viajes por España y el extranjero, con estancias prolongadas en Estados Unidos e Inglaterra (entre 1951 y 1953), dedicándose, como dijo alguna vez, «a sus labores».
Fruto de su formación y de los maestros que tuvo, sus primeros trabajos tratan sobre temas etnográficos, escritos cuando tan sólo tenía 15 años, así como su tesis doctoral en 1941, que fue la base de una trilogía muy posterior acerca de los ciclos de las fiestas de invierno (El carnaval, 1965), de primavera (La estación de amor, 1979) y de verano (El estío festivo, 1984).
En sus primeros libros se expone una síntesis de la etnología en España y en particular de la del País Vasco: Los pueblos del norte de la península Ibérica (1943), Los pueblos de España (1946), Los vascos (1949).
Sus estudios relacionados con aspectos tecnológicos vienen de la época en que dirigió el Museo del Pueblo Español. Entre ellos caben destacar los dedicados a los arados españoles (1949) y a los molinos de viento (1952), publicados en la Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, de la que fue director durante quince años.
Viajar al Sahara en 1952 hizo que su interés se orientara hacia el hecho de las minorías étnicas. Publicó los Estudios saharianos (1955), quizás el libro más valioso acerca de este territorio africano bajo dominio español en aquella época. Los moriscos del reino de Granada (1957) y otros posteriores marcan el sincretismo entre etnografía e historia, por ser fruto de su intensa labor de investigación en los archivos de la Inquisición: Las brujas y su mundo (1961), su obra más conocida, Vidas mágicas e Inquisición (2 vols., 1967) y, sobre todo, Los judíos en la España moderna y contemporánea (3 vols., 1961–1962). Otros estudios sobre grupos o minorías oprimidas nos dan una visión de los gitanos, mendigos o bandidos del área mediterránea.
También fueron novedosos los titulados Ensayo sobre la literatura de cordel (1969), Las formas complejas de la vida religiosa (Religión, sociedad y carácter en la España de los siglos XVI y XVII) (1978), La aurora del pensamiento antropológico. La Antropología en los clásicos griegos y latinos (1983) y La cara, espejo del alma. Historia de la fisiognómica (1987).
En los 18 volúmenes que componen los Estudios vascos se recogen artículos publicados entre las primeras monografías (La vida rural en Vera de Bidasoa, 1944; Los vascos. Etnología, 1949) y obras de madurez como La hora navarra del XVIII (1969), Etnografía histórica de Navarra (3 vols., 1971–1972) y La casa en Navarra (4 vols., 1982). Sobre el viejo reino, y sobre Guipúzcoa, elaboró, con su hermano Pío, un par de extensas películas etnográficas.
En su obra Los vascones y sus vecinos estudia la historia antigua de dos pueblos, los vascones y sus vecinos de Aquitania. En este libro incorpora algunas novedades en relación con escritos anteriores, ya que dice que la lengua que más se puede comparar al euskera es la hablada en ciertos núcleos étnicos antiguos aquitanos e incluso pirenaicos más orientales. 
Escribió también sobre su familia; en su gran ensayo, Los Baroja, habla sobre su tío Pío Baroja, su otro tío Ricardo, pintor, y sobre toda su familia. Fue enterrado en Vera de Bidasoa (Navarra), donde los Baroja poseen una casa familiar llamada «Itzea», palacete que adquirió su tío Pío.
En su obra —que alcanza unas setecientas entradas entre libros, artículos, prólogos y ensayos— destacan trabajos que fueron precursores en su día, aunque ahora cuenten con numerosos seguidores. Es considerado en España como el iniciador del llamado enfoque histórico-cultural y podemos decir que fue uno de los últimos sabios del siglo XX, reconocido como tal en el extranjero.
Académico de número de la Real Academia de la Lengua Española, de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de la Lengua Vasca. Recibió el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (1983), la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1984), el Premio Nacional de las Letras Españolas, el Premio Internacional Menéndez Pelayo (1989) y el Premio Príncipe de Viana de la Cultura (1989).













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