Hoy
seguiremos nuestras conjugaciones verbales pasando a revisar algunos términos de
la primera conjugación, por cierto bastante en desuso para políticos y
economistas, aunque, quizás por desconocimiento del potencial que germina en su
interior, también para la mayoría del pueblo.
Por
ejemplo tenemos el verbo “regenerar”.
Por
su estructura semántica podemos entender volver a generar, producir algo que
quizás en su inicio parecía correcto pero ya no es de interés o tal vez ha
salido defectuoso. En pocas palabras, volver a hacer una cosa que ha salido
mal.
Sin
embargo, atendiendo al significado oficial de la Real Academia Española tenemos
diferentes acepciones:
Dar
nuevo ser a algo que degeneró, restablecerlo o mejorarlo. Comprendo ahora que
este no es el caso que pueda aplicarse en nuestro marco coyuntural, pues a
estas alturas se encuentra el verbo en proceso de extinción. A pocos les
interesa recuperar aquel espíritu moral y ético que podía plantear una sociedad
nueva. Pasa por mi cabeza “El espíritu
de las Leyes” de Montesquieu que defendía eso de la independencia de los tres
poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) para que su ejercicio no
entorpeciese el buen funcionamiento de una nación.
Otro
criterio a seguir es hacer que alguien abandone una conducta o unos hábitos
reprobables para llevar una vida moral y físicamente ordenada (¿?) Este suena a
idioma interplanetario, desconocido para la mayoría de los españoles más
empeñados en lamentarse como plañideras en bares y otros lugares, antes que
decir que esto está bien o mal en el momento y lugar adecuados.
Para
finalizar la RAE concede un significado más radical con riesgo a ser prohibido
o limitado su uso a un aspecto tecnológico. Según esta última acepción consistiría
en someter las materias desechadas a determinados tratamientos para su
reutilización. Dudo que, al paso que llevamos y si alguien no pone remedio,
puedan ser reutilizable algunas instituciones como el Senado, apalancado en
viejos condicionamientos territoriales que olvidan la primacía de la persona
sobre la regionalidad, credo, sexo o estatus social. Ni que
decir tiene el tema en el punto espinoso de las autonomías, cáncer social, pozo
sin fondo del derroche continuado, agujero negro de legisladores preocupados en
diferenciarse de los demás en vez de buscar un bien superior y común a todo ser
humano.
Presente
Yo regenero
Tú regeneras
Él/Ella regenera
Nosotros regeneramos
Vosotros regeneráis
Ellos/ellas regeneran
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