Mateo López Bravo, en 1616, escribió:
“La abundancia de uno sume a
muchos en la miseria y la opulencia de unos pocos supone calamidades para la
masa. La consecuencia es o la sedición o la despoblación. Es muy nociva la
miseria derivada de la mala distribución de las riquezas: el poder, la
desvergüenza y la haraganería por parte de los que tienen, y la miseria, la
servidumbre y la desesperación para los que nada tienen. El resultado es la
sedición o el abandono de los pueblos y aldeas dirigiéndose bien pronto hacia la ciudad donde confluyen todos
los bienes y males: los pobres porque siguen como siervos y criados a los
ricos; éstos para poder entregarse con mayor desenfreno al lujo y al placer.”
A la vista de sus palabras mi
duda se plantea sobre si escribía para su época o bien era un adivino que
predecía lo que se avecinaba en el siglo XXI.
Resulta obvio que las formas han
cambiado, pero ¿qué sucede con los fondos?
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