Para alguien que acaba de publicar un e book, este poema resulta alentador:
Quisiera que mi libro
fuese, como es el cielo por la noche,
todo verdad presente, sin historia.
Que, como él, se diera en cada instante,
todo, con todas sus estrellas; sin
que niñez, juventud, vejez quitaran
ni pusieran encanto a su hermosura inmensa.
¡Temblor, relumbre, música
presentes y totales!
¡Temblor, relumbre, música en la frente
—cielo del corazón— del libro puro.
Biografía (fuente
wikipedia)
Juan
Ramón Jiménez nació el 23 de diciembre de 1881 en Moguer – Huelva. Aprende primaria y elemental en el colegio de
Primera y Segunda Enseñanza de San José. En 1891 aprueba con calificaciones de
sobresaliente el examen de Primera Enseñanza en el Instituto "La
Rábida" de Huelva. En 1893 estudia Bachillerato en el colegio de San Luis
Gonzaga del Puerto de Santa María, y obtiene el título de Bachiller en Artes.
Se traslada a Sevilla, en 1896, para ser pintor, creyendo que esa es su vocación.
Allí frecuenta la biblioteca del Ateneo sevillano. Escribe sus primeros
trabajos en prosa y verso. Empieza a colaborar en periódicos y revistas de
Sevilla y Huelva.
Comenzó
la carrera de Derecho impuesta por su padre en la Universidad de Sevilla,
aunque la abandona en 1899. En 1900 se trasladó a Madrid y publicó sus dos
primeros libros de textos, Ninfeas y Almas de violeta. La muerte de su padre en
este mismo año y la ruina familiar, confirmada cuando él y su familia perdieron
todo su patrimonio embargado al fallar el Tribunal Supremo a favor del Banco de
Bilbao, le causaron una honda preocupación, vivida intensamente a causa de su
carácter hiperestésico, y en 1901 será ingresado con depresión en un sanatorio
en Burdeos, regresando a Madrid, posteriormente, al Sanatorio del Rosario.
Su
primer amor fue la idealizada Blanca Hernández Pinzón, la "novia
blanca" de sus versos, pero pronto el poeta se convertirá en todo un
donjuán; los 104 poemas de sus Libros de amor (1911-1912) consignan aventuras
con mujeres solteras, casadas, con una norteamericana madre de una hija, con la
esposa del psiquiatra que atendió su depresión tras la muerte de su padre.
En
1902 publica Arias tristes e interviene en la fundación de la revista literaria
Helios. También abandona el Sanatorio del Rosario y se traslada al domicilio
particular del doctor Luis Simarro. Ya en 1904 publica Jardines lejanos.
En 1905
regresa a su pueblo natal a causa de los problemas económicos por los que
atravesaba su familia, residiendo en la casa de la calle Aceña. Este periodo
coincide con la etapa de mayor producción
literaria, entre los que figuran, en la Segunda Antolojía Poética (terminada de imprimir en 1922), los libros en verso: Pastorales (1903-1905); Olvidanzas (1906-1907); Baladas de primavera (1907); Elejías (1907-1908); La soledad sonora (1908); Poemas mágicos y dolientes (1909); Arte menor (1909); Poemas agrestes (1910-1911); Laberinto (1910-1911); Melancolía (1910-1911); Poemas impersonales (1911); Libros de amor (1911-1912); Domingos (Apartamiento: 1) (1911-1912); El corazón en la mano (Apartamiento: 2) (1911-1912); Bonanza (Apartamiento: y 3) (1911-1912); La frente pensativa (1911-1912); Pureza (1912); El silencio de oro (1911 -1913) e Idilios4 (1912-1913), todos escritos durante su estancia en la casa.
literaria, entre los que figuran, en la Segunda Antolojía Poética (terminada de imprimir en 1922), los libros en verso: Pastorales (1903-1905); Olvidanzas (1906-1907); Baladas de primavera (1907); Elejías (1907-1908); La soledad sonora (1908); Poemas mágicos y dolientes (1909); Arte menor (1909); Poemas agrestes (1910-1911); Laberinto (1910-1911); Melancolía (1910-1911); Poemas impersonales (1911); Libros de amor (1911-1912); Domingos (Apartamiento: 1) (1911-1912); El corazón en la mano (Apartamiento: 2) (1911-1912); Bonanza (Apartamiento: y 3) (1911-1912); La frente pensativa (1911-1912); Pureza (1912); El silencio de oro (1911 -1913) e Idilios4 (1912-1913), todos escritos durante su estancia en la casa.
En
Madrid, gracias a Gregorio Martínez Sierra y a María Lejárraga, conoce a una
elegante y culta norteamericana, Luisa Grimm, casada con el rico español
Antonio Muriedas Manrique de Lara, quien tenía intereses económicos en México.
Juan Ramón Jiménez se enamora de Luisa Grimm y mantiene una copiosa
correspondencia con ella entre 1907 y 1912. Grimm, gran amante de la poesía, le
dará a conocer a Jiménez muchos textos líricos escritos en inglés,
especialmente de autores del Romanticismo, que entonces eran poco conocidos en
España.
En
1912, Jiménez empieza a traducir con ayuda del institucionista Alberto Jiménez
Fraud el Himno a la belleza intelectual de Shelley, que publicará en 1915. Por
fin conoce a Zenobia Camprubí Aymar en 1913 y se enamora profundamente, aunque
el noviazgo fue difícil. En 1914 es nombrado director de las Ediciones de la
Residencia de Estudiantes por su amigo Jiménez Fraud y traduce para esta
editorial la Vida de Beethoven de Romain Rolland.
Hizo
varios viajes a Francia y luego a Estados Unidos, donde en 1916 se casó con
Zenobia. Este hecho y el redescubrimiento del mar será decisivo en su obra,
escribiendo Diario de un poeta recién casado. Esta obra marca la frontera entre
su etapa sensitiva y la intelectual. Desde este momento crea una poesía pura
con una lírica muy intelectual. Asimismo, inicia con ayuda de su esposa el
largo proceso de traducir 22 obras del poeta y Nobel indio Rabindranath Tagore.
En
1918 encabeza movimientos de renovación poética, logrando una gran influencia
en la Generación del 27. Del año 1921 al 1927 publica en revistas parte de su
obra en prosa, y de 1925 a 1935 publica sus Cuadernos, donde se encuentran la
mayoría de sus escritos. En 1930 le es presentada en un concierto la escultora
y escritora Margarita Gil Roësset, amiga de Zenobia, que queda enamorada del
poeta; este la rechaza y tras dos años de intentos desesperados de lograr su
amor, se suicida en 1932; el hecho impresionó a Juan Ramón, quien le dedica una
semblanza en sus Españoles de tres mundos. A partir de 1931, la esposa del
poeta sufrirá los primeros síntomas de un cáncer que acabará con su vida.
En
1936, año que marca en su obra el paso de la etapa intelectual a la etapa
suficiente o verdadera, estalla la Guerra Civil Española y apoya decididamente
a la República, acogiendo a varios niños huérfanos en una de sus casas. Sin
embargo, se siente inseguro en Madrid, pues el diario socialista Claridad
emprende una campaña contra los intelectuales, y es Manuel Azaña quien ayuda a
salir de la capital al matrimonio por vía diplomática.
Se
instala en Washington como agregado cultural. En 1937 se traslada a Cuba para
dar tres conferencias; en 1938 su sobrino Juan Ramón Jiménez Bayo perece en el
frente de Teruel, lo que dejó a Juan Ramón absolutamente destrozado. Según
Zenobia, «El dolor dejó a Juan Ramón absolutamente estéril por casi año y
medio». En 1939 los sublevados saquean el piso del matrimonio en la calle
Padilla de Madrid y roban los libros, manuscritos y pertenencias del poeta y de
su mujer. Entre 1939 y 1942 se establecen en Miami, Florida, donde compone los
Romances de Coral Gables; en 1940 es hospitalizado unos meses en el Hospital
universitario de Miami por depresión, de la cual sale con los proyectos de dos
ambiciosos poemas: Espacio y Tiempo; solo llegará a concluir el primero, culmen
de la lírica española del siglo XX.
En
1942 se trasladan a Washington y entre 1944 y 1946 Zenobia y Juan Ramón son
contratados para dar clases como profesores en la Universidad de Maryland. En
1946 el poeta permanece hospitalizado otros ocho meses a causa de un nuevo
episodio depresivo; en 1947 compran una casa en Riverdale cerca de una clínica
y entre agosto y noviembre de 1948 viajan a Argentina y Uruguay por mar, siendo
apoteósicamente recibidos; Juan Ramón lee en ambos países varias conferencias.
En 1950 la pareja vuelve a Puerto Rico para dar clases en Recinto de Río
Piedras, sede de la Universidad de Puerto Rico.
En
1956 la Academia Sueca le otorga el Premio Nobel de Literatura por su obra
Platero y Yo. Tres días después, muere su esposa en San Juan. Él jamás se
recuperará de esta pérdida y permanece en Puerto Rico mientras que Jaime
Benítez, rector del Recinto de Río Piedras, acepta el premio en su nombre. Juan
Ramón Jiménez fallece dos años más tarde, en la misma clínica en la que
falleció su esposa. Sus restos fueron trasladados a España.
Su poesía
Aunque
por edad pertenece a la segunda generación, tiene una estrecha relación con las
dos que la rodean. Se sumó al modernismo, siendo maestro de muchos de los
autores vanguardistas.
Busca
conocer la verdad y de esta manera alcanzar la eternidad. La exactitud para él,
es la belleza. La poesía es una fuente de conocimiento, para captar las cosas.
Juan
Ramón Jiménez tiene una poesía panteística, exacta y precisa. Su poesía
evoluciona de forma que se distinguen dos épocas. La primera acaba al iniciarse
la segunda en 1916. Escribió el Diario de un poeta recién casado en el que
cuenta su luna de miel en Estados Unidos.
Los
temas son el amor, la realidad de las cosas... otro de sus éxitos fue Poemas
májicos y dolientes, extravagante título en el que se destaca la forma personal
de escribir de Juan Ramón, que siempre escribía «j» en vez de «g» antes de «e,
i».
Su
Moguer natal fue un referente en toda su obra, fuente de inspiración y elemento
de nostalgia.
Etapas de su obra
La crítica suele
dividir su trayectoria poética en tres etapas: sensitiva, intelectual,
suficiente o verdadera.
La etapa sensitiva
(1898–1916)
Esta
etapa se subdivide a su vez en dos sub-etapas; la primera abarca hasta 1908; la
segunda, hasta 1916. La primera está marcada por la influencia de Bécquer, el
Simbolismo y un Modernismo de formas tenues, rima asonante, verso de arte menor
y música íntima. En ella predominan las descripciones del paisaje como reflejo
del alma del poeta, un paisaje que no es natural ni fruto de paseos como el de
Machado, sino sometido al estatismo de un jardín interior, al intimismo de un
orden. Predominan los sentimientos vagos, la melancolía, la música y el color
desvaído, los recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de una poesía emotiva y
sentimental donde se trasluce la sensibilidad del poeta a través de una
estructura formal perfecta. Pertenecen a esta etapa Rimas (1902), Arias tristes
(1903), Jardines lejanos (1904), Elegías (1907). La segunda época se vierte en
la forma del arte mayor (endecasílabos y alejandrinos), la rima consonante, el
estrofismo clásico (sonetos, serventesios); denota una mayor impronta
modernista, del Simbolismo francés (Charles Baudelaire, Paul Verlaine) y del
decadentismo anglofrancés (Walter Pater, fundamentalmente).
Recientemente
ha sido descubierto un libro escrito entre 1910 y 1911, Libros de amor, con una
poesía carnal y erótica. El poeta logra perfectas cumbres parnasianas,
especialmente en los sonetos; pertenecen a esta sub-etapa La Soledad Sonora
(1911), Pastorales (1911), Laberinto (1913), Platero y yo (elegía andaluza)
(1914) y Estío (1916), entre otros. Hacia el final de esta etapa el poeta
empieza a sentir el hastío de los ropajes sensoriales del Modernismo y
preocupaciones relacionadas con el tiempo y la posesión de una belleza eterna.
Platero
y yo, fechada por su autor en 1914, se convirtió en la obra más popular del
poeta, escrita en una espléndida prosa, que suavemente lleva al lector a través
de un cuidadoso retablo de imágenes poéticas que nos conducen desde la
presentación de este borriquete:
“Platero
es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón,
que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual
dos escarabajos de cristal negro.”
Hasta
su muerte y, claro, la ascensión del pollino al cielo... de Moguer: “Platero,
tú nos ves, ¿verdad?”, preguntamos siguiendo la letra de Juan Ramón Jiménez.
Estío
(1916) supone el cambio hacia la segunda etapa de Juan Ramón. El poeta se aleja
del Modernismo en busca de una mayor depuración de la palabra. Desaparecen los
ambientes nostálgicos, evocados y soñados, en favor de una realidad más
concreta.
La etapa intelectual
(1916-1936)
Su
primer viaje a América y el contacto con la poesía en inglés (Yeats, William
Blake, Emily Dickinson, Shelley) a través de su amiga Luisa Grimm y su esposa
Zenobia, marca profundamente esta segunda etapa (1916 – 1936), bautizada por él
mismo como Época intelectual y que le vincula a la corriente literaria del Novecentismo.
Se produce un hecho fundamental: el descubrimiento del mar como motivo
trascendente. El mar simboliza la vida, la soledad, el gozo, el eterno tiempo
presente. Se inicia asimismo una evolución espiritual que lo lleva a buscar la
trascendencia.
En
su deseo de salvarse ante la muerte, se esfuerza por alcanzar la eternidad, y
eso sólo puede conseguirlo a través de la belleza y la depuración poética.
Suprime, pues, toda la musicalidad, los argumentos poéticos, la aparatosidad
externa y ornamental anterior para adentrarse en lo profundo, en lo bello, en
lo puro, en lo esencial.
De
esta época destacan Diario de un poeta recién casado (1916), Primera antología
poética, (1917), Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919), Poesía (1917–23) y
Belleza (1917–23).
Con
Diario de un poeta recién casado, titulado posteriormente (en 1948) Diario de
poeta y mar (para incluir el segundo apellido de su esposa, Aymar), se inicia
esta nueva etapa en la obra de Juan Ramón. Se trata de una poesía sin anécdota,
sin los «ropajes del Modernismo», una poesía estilizada y depurada, donde el
poeta admira todo lo que contempla. Este poemario surge como fruto de su viaje
a América. En el Diario, Juan Ramón experimenta con los temas y las formas, y
abre una nueva corriente poética, que será explotada por algunos miembros de la
Generación del 27.
En
Piedra y cielo (1919) el tema central es ya la creación poética: la poesía como
actividad, el poema como objeto artístico y el poeta como dios-creador de un
universo nuevo. Se abre así una nueva línea temática que Juan Ramón ya no
abandonará: la búsqueda de la sublimación poética y la intensificación creativa
de una poesía pura, esquemática.
La
Estación total (1923–36). Recoge los últimos poemas escritos en España. El 22
de agosto de 1936, Juan Ramón marcha al exilio.
La etapa suficiente o
verdadera (1937–1958)[editar]
Pertenece
a la etapa suficiente o verdadera todo lo escrito durante su exilio americano.
Juan Ramón continúa replegado en sí mismo en busca de la belleza y la
perfección, aunque no tanto como para no preparar un amplio libro en favor de
la República española, Guerra en España, que nunca pudo ver publicado.10 Su
ansia por la trascendencia lo lleva a una cierta mística e identificarse con
Dios y la belleza en uno. Su lengua poética se transforma en una especie de
idiolecto poblado de múltiples neologismos (ultratierra, deseante...). Tras un
período de relativo silencio, publica Animal de fondo (1949), Tercera antología
poética (1957), En el otro costado (1936–42) y Dios deseado y deseante
(1948–49).
En
Animal de fondo el poeta busca a Dios «sin descanso ni tedio». Pero ese dios no
es una divinidad externa al poeta, sino que se halla en él y en su obra («tu
esencia está en mí, como mi forma»; «en el mundo que yo por ti y para ti he
creado»). Ese dios al que se refiere es causa y fin de la belleza.
Dios
deseado y deseante (1948–49) supone la culminación de Animal de fondo. El poeta
llega incluso a identificarse con ese dios que tanto ha buscado. Un dios que
existe dentro y fuera de él, un dios que es deseado y deseante.
Obras:
Almas de violeta, 1900
Ninfeas, 1900
Rimas, 1902
Arias tristes, 1903
Jardines lejanos, 1904
Elejías puras, 1908
Elejías intermedias,
1909
Las hojas verdes, 1909
Elejías lamentables,
1910
Baladas de primavera,
1910
La soledad sonora, 1911
Pastorales, 1911
Poemas mágicos y
dolientes, 1911
Melancolía, 1912
Laberinto, 1913
Platero y yo (edición
reducida), 1914
Estío, 1916
Sonetos espirituales,
1917
Diario de un poeta
recién casado, 1917
Platero y yo (edición
completa), 1917
Eternidades, 1918
Piedra y cielo, 1919
Segunda antolojía
poética, 1922
Poesía, 1923
Belleza, 1923
Canción, 1935
Voces de mi copla, 1945
La estación total, 1946
Romances de Coral
Gables, 1948
Animal de fondo, 1949
Ediciones
recientes[editar]
Cuadernos, F. Garfias,
Madrid, Taurus, 1960
Diario de un poeta
recién casado, A. Sánchez Barbudo, Barcelona, Labor, 1970
Animal de fondo, A.
Crespo, Madrid, Taurus, 1981
Antología en prosa, A.
Crespo, Madrid, Taurus, 1981
Arias tristes, A. de
Albornoz, Madrid, Taurus, 1981
Poesía. Edición del
Centenario, 20 vol., Madrid, Taurus, 1982
Elegías, F. Garfias,
Madrid, Taurus, 1982
Espacio, A. de
Albornoz, Madrid, Taurus, 1982
Eternidades, V. García
de la Concha, Madrid, Taurus, 1982
La realidad invisible,
A. Sánchez Romeralo, Londra, Taurus, 1983
Antología poética, A.
Crespo, Barcelona, Seix Barral, 1985
Guerra de España, A.
Crespo, Barcelona, Seix Barral, 1985
Selección de poemas, G.
Azam, Madrid, Castalia, 1987
Ideología, A. Sánchez
Romeralo, Barcelona, Anthropos, 1990
Platero y yo, M. P.
Predmore, Madrid, Espasa-Calpe, 1992
Cartas. Antología, F.
Garfias, Madrid, Espasa-Calpe, 1992
Antología poética, J.
Blasco, Madrid, Cátedra, 1993
Segunda antología
poética (1898-1918), J. Urrutia, Madrid, Espasa-Calpe, 1993
Libros de Madrid, AS.
Robayna, JLL. Bretones, F. Utrera, Madrid, HMR, 2001
Dios deseado y deseante
(Animal de fondo), J. Llansó, Madrid, Akal, 2009
Idilios, 98 poemas (38
inéditos); prólogo de Antonio Colinas, introducción, edición y estudio de Rocío
Fernández Berrocal; La Isla de Siltolá, 2013
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