Cambio sueños fugaces,
miradas cristalinas,
por el azul de mares
ignotos y lejanos
donde todos los hombres
ganaran su libertad
con la palabra lealtad.
Un nuevo mundo clama
por salir adelante
entre tanta miseria
mezquina y rimbombante.
Lejos de este lodazal
lejos de estos lugares
nacerán renovados
tu más puros ideales,
aquellos olvidados,
algunos perseguidos,
varios abandonados
en curvas de caminos.
Acógete con fuerza
a tu Dios verdadero,
rellena la mochila
con un amor sincero,
recorre los caminos
sin caer una lagrima
o bien salta sin miedo
atravesando el azul
del cielo.
Mons. Ocáriz: “Amar la libertad implica amar el pluralismo”
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En esta entrevista concedida a The Pillar, el Prelado responde a cuestiones
sobre la misión de los laicos y sobre el momento actual del Opus Dei.
Pregun...
Hace 6 horas
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