Hoy dedico
esta entrada a un poeta de la Generación del 27, caído en el olvido,
estigmatizado y silenciado. Por tal motivo, con premeditación y alevosía he alterado
el orden dejando primero sus versos y después su biografía.
A lo largo de
la historia muchos autores han sido considerados malditos debido a una etiqueta
previa lanzada, de forma maliciosa, por aquellos que no creen en la libertad. Un
hombre es lo que construye y no lo que otros piensen de él.
POEMAS
Calma
A Luis Buñuel
¿Dónde se acaba el mar?
¿Dónde comienza el cielo?
Los barcos van flotando.
o remontan el vuelo?
Se perdió el horizonte,
en el juego mimético
del cielo y de las aguas.
Se fundió el movimiento,
en un solo color
azul, el azul quieto.
Se funden los colores;
se apaga el movimiento.
Un solo color queda;
no existe barlovento.
¿Dónde se acaba el mar?
¿Dónde comienza el cielo?
Campo-estelas
Almendros en flor.
La primavera
se acerca.
Cerezos en flor.
La primavera
está plena.
Granados en flor.
Ya se aleja
la primavera.
Canción final
A Rafael Alberti
Y qué se me importa a mí,
que la helada se deshiele.
Y qué se me importa a mí,
que los pájaros no vuelen.
Y que los barcos mas barcos,
solo por la mar naveguen.
Si tengo en ciernes un campo
de margaritas de nieve.
Cuando nos miramos
Mi cabeza inclinada sobre el aire
miraba su cabeza hecha amor por
mis ojos
cuando de sus cabellos
saltaban las abejas para dejar su
miel
en los labios resecos y sin
esperanzas
en los labios hundidos bajo las
palabras
llenas de amor y sangre.
Nuestras cabezas acaban por
perderse
envueltas en las nubes
la mía inclinada sobre el aire
la suya hecha amor por mis ojos.
El fuego calcina nuestras carnes
Este brazo de fuego
quemaba mi costado
recubierto de brotes
plenos de savia verde
cuando tu cabellera
fue de piedra en el viento
y mis sueños se abrían
en pétalos de carne.
Estos aires de fuego
derretirán la nieve
lejana de los polos
al cuajar en el árbol
nuestros dos corazones.
Erótica imprevista
Hundido entre juncales,
eludí la pasión
de la mujer sin carne.
Eludí la pasión,
dentro de mi ramaje
y sin quererlo yo.
Perdida entre arenales
la mujer, ya voló
mi carne con su carne.
Herido siempre, desangrado a veces...
Herido siempre, desangrado a
veces
y ocultando mi sangre sin riberas
llevo mis pasos presos entre
nieblas
y mis miradas van sobre cipreses.
Aún conservo en las uñas esta
sangre
que me dejó la carne de un
momento
empapado de lágrimas y miedo
cuando vino a perderse entre mi
carne.
Era sólo mi sangre quien llamaba
en medio de aquel valle, de aquel
bosque,
y era sólo mi sangre, eran mis
voces
las que oían la lluvia sobre el
agua.
Huyendo del destino
En medio de este hueco redondo y
transparente
que me persigue siempre a través
de la tierra
retumban los hachazos que separan
las ramas
brotadas en el tronco de mármol
patinado
por el humo de pólvora y la luz
de la luna
filtrada entre los dedos de tus
manos de nieve.
Tus brazos recogían en sus siete
colores
la lluvia de mi frente y la
espuma del agua
perdiéndose en las aguas tu
cabellera rubia
mientras que tu cabeza flotaba
entre las olas
verde entre verdes algas con los
labios abiertos
por la caricia última de mis
labios de fuego.
La rosa de los vientos
Para picotear sobre mi fría palma
bajan aleteando las estrellas
y la Osa Mayor no será nunca
blanca
porque ha olvidado su pasión
mimética.
Han puesto colgaduras encaladas
para borrar los huecos de mis
huellas,
mujeres negras que habitan mi
casa.
Sólo han brotado de mi barco
velas.
Mientras oteo curvos horizontes
en el balcón de escarcha
tempranera,
veo llegar el humo desde Londres,
que amarillo nació en las
chimeneas
y, cano ya, me llama a grandes
voces
y pregunta con gesto anacoreta
por la senda que lleva al Polo
Norte.
Encogiendo mis hombros hechos
niebla
yo le regalo un alfabeto Morse.
Mi alegría
Vino a mí en espiral,
con vuelo de mañana,
su voz hecha sonrisa
de lucero del alba.
Mi sangre baña el río
en aleteo de agallas;
queda el cuerpo sin sangre
y oye la voz del alba.
Está mi cuerpo frío
ya tendido en la playa,
y huyendo de la luz
desaparece el alba.
Su voz hecha sonrisa
vino a mí en espiral;
mi gesto sin aristas
fue a ella en espiral.
Mi cabeza inclinada sobre el aire...
Mi cabeza inclinada sobre el aire
miraba su cabeza hecha amor por
mis ojos
cuando de sus cabellos
saltaban las abejas para dejar su
miel
en los labios resecos y sin
esperanzas
en los labios hundidos bajo las
palabras
llenas de amor y sangre.
Nuestras cabezas acaban por
perderse
envueltas en las nubes
la mía inclinada sobre el aire
la suya hecha amor por mis ojos.
Mi corazón perdido
En su cuerpo de espuma nacían las
espigas
que en ráfagas de viento llenan
con sus rumores
mi corazón perdido en el mar de
su lengua
mi corazón hallado en medio del
desierto
por cadenas de voces en oasis de
sangre.
Mi corazón perdido busca entre
sus encajes
la llama que devore las ansias de
su sombra
y las nieves que bajen de las
altas montañas.
Nuestro amor
Nuestros cabellos flotan en la
curva del aire
y en la curva del agua flota un
barco pirata
que lleva en su cubierta entre
cercos de brea
tus miradas de ámbar y el ámbar
de tus manos.
Nuestros cabellos flotan en aire
enrojecido
mientras su cuerpo pende hecha
color su carne
de los siete colores tendidos en
un arco
sobre el cielo de hule herido por
sus ojos.
¿Por qué siempre rehuyes el
encerrar tu carne
en mi carne cuajada de flores y
de heridas
abiertas con puñales en
madrugadas blancas
llegadas del desierto entre nubes
de polvo?
Nuestros cabellos flotan en la
curva del aire
envueltos entre ráfagas de
crímenes violentos
y manos inocentes quieren lavar
la sangre
derramada en la tierra por el
primer amor.
Pasión sin límites
Vuela mi corazón
unido con los pájaros
y deja entre los árboles
un invisible rastro
de alegría y de sangre.
Las gotas de rocío
se helaron en las manos
abiertas y floridas
de los enamorados
perdidos en la brisa.
Vuela mi corazón,
mi corazón atado
con cadenas de estrellas
a la sombra de un árbol
atado con cadenas
y con cantos de pájaros.
¿Por qué no?
Bañábase en la playa
sin corazón
y sin el velo de la desposada.
Y tenía su cuerpo,
sin corazón,
por la arena salada recubierto.
Tendida sobre el aire,
sin corazón,
comenzó a despojarse de su carne.
¿Y el corazón?
Los peces lo llevaban,
mar adentro, colgado de sus alas.
Sencillez
Los dedos de la nieve
repiquetearon
en el tamboril
del espacio.
Parábolas de nubes
forman un halo
de cristal,
sobre el monte nevado.
Una línea
y un plano.
Quiero poner mi vista
sólo en el espacio,
que es sencillo
y a la vez complicado.
Siempre bella
Precisamente porque estaba sola
tendida en una rama de la noche
no quise vadear el arco iris
para unir en un beso nuestras
voces.
Ella guardaba dentro de sus ojos
una pareja de palomas blancas,
ella tenía dentro de sus párpados
la nieve derretida de sus
lágrimas.
Esta noche de seda, cómo cruje
y se hace toda ecos, a mi paso,
ocultando en sus pliegues las
palabras
que escapan sin querer de
nuestros labios.
Precisamente porque estaba sola
yo me había disuelto con el aire,
dejó volar aquel par de palomas.
De "Orillas de la Luz"
Sueños
Embadúrnate el cuerpo,
de oscuridad
y de silencio,
y podrás levantar
la copa de los sueños.
Pasaron superpuestas
ráfagas de recuerdos,
y los nuevos clisés
sólo quedan impresos,
mientras hay luz de menta
dentro del pensamiento.
Una astilla de luz,
agujerea
los tulipanes negros.
Unidos por la luz
Bajo una misma luz
están nuestras cabezas.
Tu corazón y el mío
cantan sobre las piedras
cuando la noche oculta
los rugidos de fieras.
¿Tu corazón y el mío eran sólo de
arena?
Por el desierto arrastran los
camellos sus penas
y llevan en sus ojos oasis de
palmeras.
¿Tú corazón y el mío
eran sólo de arena?
Por el desierto arrastran
los camellos sus penas
y llevan en sus ojos
oasis de palmeras.
¿Tu corazón y el mío
eran sólo de arena?
Nuestras sombras unidas
florecen en la tierra.
Ya no me besas
Un viento inesperado hizo vibrar
las puertas
y nuestros labios eran de cristal
en la noche
empapados en sangre dejada por
los besos
de las bocas perdidas en medio de
los bosques.
El fuego calcinaba nuestros
labios de piedra
y su ceniza roja cegaba nuestros
ojos
llenos de indiferencia entre
cuatro murallas
amasadas con cráneos y arena de
los trópicos.
Aquella fue la última vez que nos
encontramos,
llevabas la cabeza de pájaros
florida
y de flores de almendro las
sienes recubiertas
entre lenguas de fuego y voces
doloridas.
El rumbo de los barcos era
desconocido
y el de las caravanas que van por
el desierto
dejando sólo un rastro sobre el
agua y la arena
de mástiles heridos y de huesos
sangrientos.
Aquella fue la última noche que
nuestros labios
de cristal y de sangre unieron
nuestro aliento,
mientras la libertad desplegaba
sus alas
de nuestra nuca herida por el
último beso.
BIOGRAFIA
José María Hinojosa Lasarte (nacido en la
calle Santa Ana número 2 de Campillos, Málaga, 17 de octubre de 1904 - Málaga,
22 de agosto de 1936) fue un poeta español de la Generación del 27, introductor
en España de la poesía surrealista y codirector en 1929, junto con Emilio
Prados, de la revista Litoral.
Tercer hijo de
Salvador Hinojosa y de Asunción Lasarte, una rica familia de hacendados,
conservadora y muy religiosa. En 1914 llegaría a Málaga, desde Alameda, para
cursar el bachillerato como alumno interno en el Colegio San Fernando que
estaba situado en la Calle Victoria número 9. En 1918 toda su familia se
trasladaría a Málaga.
Mostró desde
muy temprano su inclinación por las letras y la política. Su infancia la pasó
entre Alameda, Campillos y Málaga. Asistió al colegio San Fernando, en calle
Granada. y al de los jesuitas de El Palo: un solo curso y fue compañero de los
poetas José María Souvirón y de Manuel Altolaguirre.
A comienzos de
la década de los años 20, la familia Hinojosa se instala definitivamente en
Málaga, concretamente en la calle Larios y José María comenzaría a relacionarse
con la bohemia artística de la ciudad que se reunía en las tertulias del Café
Inglés en la misma calle Larios. En 1921 cursa con brillantez sus estudios de
Derecho en la ciudad de Granada donde se licenció años más tarde. Allí
entablaría amistad con Federico García Lorca.
En la capital
del reino, y desde finales de 1923, entraría en contacto con los ambientes
poéticos y pictóricos, convirtiéndose en testigo de las vanguardias artísticas
de aquellos años. En este año empieza a escribir poesía. Sus primeros libros,
Poema del campo (Madrid, 1925) y Poesía de perfil (París, 1926) poseen una
poesía muy influida por Juan Ramón Jiménez.
Junto
a Manuel Altolaguirre y José María Souvirón edita la revista “Ambos”, con ecos
del Dada, Expresionismo y Futurismo, y agrupando literatura, pintura y música,
creación, crítica y traducciones, que marcaría la línea de posteriores y
relevantes revistas malagueñas como Vida Gráfica o Litoral. Hinojosa publicaría
en Ambos sus primeros versos, “Poema de Invierno”.
Sus primeros
libros "Poema del campo" (Madrid, 1925) y "Poesía de
perfil" (París, 1926) poseen una índole arcádica y simbolista, influida
por Juan Ramón Jiménez, en arte menor. El poeta de Moguer se referirá a
Hinojosa por estas publicaciones como «...vívido, gráfico poeta agreste».
Atraído por
las vanguardias, pero también para estudiar francés en la Sorbona, viajó a
París en 1925, trabando amistad con la joven generación de pintores -entre los
españoles, los de la Escuela de París: Joaquín Peinado, Bores, Ángeles Ortiz,
Benjamín Palencia...- y escritores de su época -el escritor cubano José María
Chacón, el hispanista francés Jean Cassou- y asimilando las estéticas de
vanguardia, entre ellas el Surrealismo de André Breton, hacia donde orientaría
su obra poética.
A su regreso a
España Emilio Prados le presenta al grupo del 27 activo en la Residencia de
Estudiantes (Salvador Dalí, Luis Buñuel, Rafael Alberti, Federico García Lorca,
Luis Cernuda) y del Novecentismo (Juan Ramón Jiménez, José Bergamín)
colaborando activamente en revistas en el grupo formado por los poetas del 27
de Málaga.
En 1927
publica su libro poético "La rosa de los vientos" (Málaga, 1927), su
libro más breve con dieciséis poemas y prólogo, donde son patentes las huellas
de las vanguardias, el futurismo y el ultraísmo. Sus publicaciones aparecían en
bellas ediciones de autor con ilustraciones de sus amigos pintores como Dalí,
Bores, Benjamín Palencia o Moreno Villa.
En
1928, tras una breve estancia en Londres, realiza un viaje por los países
nórdicos y la Unión Soviética con José Bergamín y Rosario Arniches, en viaje de
bodas, y vuelve desilusionado de los logros de la revolución rusa. Él protegió
a Dalí y a Gala cuando pasaron unas vacaciones en Torremolinos tras escapar de
Paul Éluard. Ese mismo año se convertiría en coodirector de la revista
"Litoral", junto a sus fundadores.
Publica
Orillas de la luz (Málaga, 1928) y la "La flor de California" (Madrid,
1928), ambos escritos en 1927 -aunque algunos textos de “La Flor de California”
son de 1925- y que muestran un autor dueño de un mundo propio y original. En “La
flor de la California” hay reminiscencias de “Los cantos de Maldoror”, de
Isidore Ducasse, conde de Lautréamont, y chispazos poéticos humorísticos
inspirados por Ramón Gómez de la Serna.
En su segunda
parte, "Textos oníricos", desaparece ahora la leve trama argumental
de los capítulos iniciales y el relato se convierte en poema en prosa, en un
ejercicio de escritura automática plenamente surrealista. El libro representa
uno de los hitos más significativos del surrealismo español, siendo además el
primer libro de este estilo publicado en España, editado junto a dibujos de
Joaquín Peinado el 12 de abril de 1928 por la imprenta Sur.
El surrealismo
de Hinojosa se adelanta al de Lorca (Poeta en Nueva York) o Alberti (Sobre los
ángeles). Injustificadamente, y debido al contexto histórico fuertemente
ideologizado, politizado y radical, Hinojosa sufrió fuertes críticas
provenientes de autores o críticos comunistas como Bergamín o de Juan Ramón
Masoliver, que lo descalificaban, ninguneando su obra, denominándolo “bohemio
con cuenta corriente” o “señorito andaluz”.
En 1931
publicaría su último libro, "La sangre en libertad", también
surrealista. Un año antes había comenzado su relación, con muchas fluctuaciones
sentimentales, con Ana Freüller Valls, algo que se deja notar en la obra,
repleta de vívidas y violentas imágenes surrealistas, agonía y sexualidad, que
parece prefigurar el final trágico del autor.
Desde la
proclamación de la II República iniciaría una intensa actividad política en
partidos conservadores. Durante estos años publicaría más de ciento cincuenta
artículos en la prensa de Málaga. En agosto de 1932 es detenido tras el
pronunciamiento de Sanjurjo por sus mítines en la Comunión Tradicionalista, y
puesto en libertad quince días más tarde. Tras las elecciones de 1933 sería
nombrado Delegado del Gobierno de la Conferencia Hidrográfica del Sur de España
con sede en Málaga, durante unos meses.
En
1936 abre un bufete de abogados con José María Barrionuevo y se presenta a las
elecciones generales de España de 1936. Tras el pronunciamiento militar del 17
y 18 de julio es detenido una semana después, junto a su padre y su hermano,
acusados de “fascistas”. El 20 de julio habría visto por última vez a Ana
Freüller. El 25 julio, los tres son conducidos a la Prisión Provincial.
El 22 de
agosto de 1936, José María Hinojosa, su padre y su hermano, así como Luis
Altolaguirre, hermano del escritor Manuel Altolaguirre, y cuarenta seis
detenidos más, serán fusilados ante la tapia del cementerio de San Rafael, de
Málaga, por un grupo de milicianos del ejército republicano que habían asaltado
previamente la Prisión Provincial, como represalia por los bombardeos de los
depósitos de la CAMPSA efectuados por la aviación franquista.
“...Otro poeta
malagueño cuya muerte terrible no se ha mencionado entre nosotros.” Luis
Cernuda (Historial de un libro – 1958)
En Febrero de
1937, los cadáveres de las víctimas de la represión son exhumados. Y el 3 de
Diciembre son enterrados en la cripta que se excava en la capilla del Cristo de
la Victoria (Catedral de Málaga).
El nombre de
José María Hinojosa, y su obra poética, ha estado olvidado durante muchos años,
hasta que en 1974 el Servicio de Publicaciones de la Diputación de Málaga,
dirigido por Miguel Alcobendas, recogió en facsímil su obra completa, siendo
objeto a partir de entonces de diferentes estudios internacionales.
La Diputación
Provincial acordaría el 15 de junio de 1998 distinguirle como “Hijo Predilecto
de la Provincia de Málaga”
Obras:
Poema del campo (Madrid, 1925)
Poesía de perfil (París, 1926)
La rosa de los vientos (Málaga,
1927).
Orillas de la luz (Málaga, 1928).
La flor de California (Madrid,
1928)
La sangre en libertad, (Málaga,
1931).
Poesías completas Málaga:
Litoral, 1983.
Seis poemas inéditos. Málaga:
Diputación Provincial, 1988.
Obra completa de José María
Hinojosa (1923-1931), edición de Alfonso Sánchez. Fundación Genesian, 2004.
Fuentes:
Amediavoz.com
Wikipedia
Poetas andaluces.com
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