Cármina burana es el nombre dado a la colección de cantos
goliardos (clérigos vagabundos) de los siglos XII y XIII reunidos en el
manuscrito encontrado en Benediktbeuern, Alemania, en el siglo XIX.
El nombre procede del latín cármĕn -inis: “canto, cántico o
poema”, y burana es el adjetivo gentilicio que indica la procedencia: “de Bura”
(el nombre latino del pueblo alemán de Benediktbeuern). El significado del
nombre es, por tanto, “Canciones de Beuern”.
Esta colección de cánticos fue encontrado en 1803 por Johann
Christoph von Aretin en la abadía de Bura Sancti Benedicti (Benediktbeuern), en
Baviera; encontrándose en la actualidad en la Biblioteca Estatal de Baviera en
Múnich, donde se conservan.
El códice recoge un total de 300 rimas, escritas en su mayoría
en latín (aunque no con metro clásico), algunas partes en un dialecto del alto
alemán medio, y del francés
antiguo.
En estos poemas se hace gala del gozo por vivir y del interés
por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza,
y con su crítica satírica a los estamentos sociales y eclesiásticos, nos dan
una visión contrapuesta a la que se desarrolló en los siglos XVIII y segunda
parte del XIX acerca de la Edad Media como una “época oscura”.
En los Cármina burana se satirizaban y criticaban todas las
clases sociales y sus composiciones más características son las Kontrafakturen
que imitan con su ritmo las letanías del antiguo Evangelio.
Se concentran constantemente en exaltar el destino y la
suerte, junto con elementos naturales y cotidianos, incluyendo un poema largo
con la descripción de varios animales. La importancia de esta serie de textos
medievales es que se trata de la más grande y antigua colección de versos de
carácter laico del Medievo (puesto que lo acostumbrado era realizar únicamente
obras literarias religiosas).
La
colección se encuentra dividida en 6 partes:
Cármina ecclesiástica (canciones sobre temas religiosos).
Cármina moralia et satirica (cantos morales y satíricos).
Cármina amatoria (canciones de amor).
Cármina potoria (contiene obras sobre la bebida, y también
parodias).
Ludi (representaciones religiosas).
Supplemantum (versiones de todas las anteriores, con algunas
variaciones)
Ante la
proximidad de lo inevitable, a pesar de los pesimistas y cantando a la vida,
dejemos como muestra uno de los poemas dedicado a la primavera. (a continuación sigue su traducción amigo
lector)
Veris
leta facies
Veris
leta facies
mundo
propinatur,
hiemalis
acies
victa
iam fugatur,
in
vestitu vario
Flora
principatur,
nemorum
dulcisono
que
cantu celebratur.
Flore fusus gremio
Phebus novo more
risum dat, hoc vario
iam stipate flore.
Zephyrus nectareo
spirans in odore.
Certatim pro bravio
curramus in amore.
Cytharizat
cantico
dulcis
Philomena,
flore
rident vario
prata
iam serena,
salit cetus avium
silve per amena,
chorus
promit virginum
iam
gaudia millena.
El
alegre rostro de la primavera
El
alegre rostro de la primavera
al mundo
se ofrece;
la
crudeza invernal,
vencida,
ya huye.
Con
ropaje variado
Flora
reina,
y con el
dulce sonido de los bosques
es
celebrada.
Postrado
a su regazo,
Febo,
como si fuera la primera vez,
sonríe
ante tal variedad
de
vegetación ya tupida.
Céfiro con
su dulce aliento
perfuma
el camino.
¡Con
empeño, por el premio,
corramos
hacia el amor!
Canta acompañada
de cítaras
la dulce
Filomena;
con
flores variadas que ríen
en
prados apacibles.
Una
bandada de pájaros revolotea
por el
bosque placentero,
y un
coro de doncellas ya ofrece
un millar de goces.
Gracias por tus palabras. Dudaba en publicar un poema o hacerlo con todos. Tal vez publique el más conocido (Fortuna), pero eso será más adelante.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar