Noam Chomsky
formuló en cierta ocasión una distinción en el campo de la lingüística teórica:
la oposición entre competencia y actuación. Según este lingüista, hay que
distinguir el conocimiento implícito de la lengua –la competencia– de la
utilización que hacemos en cada situación real y concreta –la actuación–. La
competencia es el conjunto abstracto de reglas gramaticales que comparten los
miembros de una comunidad lingüística; en cambio, la actuación es el conjunto
de reglas que usa un miembro de esta comunidad en un acto lingüístico
determinado.
En nuestro
ámbito, esta distinción tiene una correlación forzosamente precisa. La
competencia es el código escrito, es el conjunto de los conocimientos de
gramática y de la lengua que tienen los autores en la memoria; y la actuación es la composición de un texto, es
el conjunto de estrategias comunicativas que utilizan los autores para producir
un escrito. La competencia es el saber y la actuación el saber hacer. De esta
manera se puede definir la habilidad de la expresión escrita como el dominio de
estos dos aspectos. Un escritor ha de conocer y saber utilizar estos dos
componentes si aspira a comunicarse de forma correcta; ha de tener
conocimientos suficientes del código escrito y también ha de saber aplicar las
estrategias de redacción necesarias.
Por una parte
conocer el código significa conocer las reglas lingüísticas de la lengua que se
utiliza en los textos escritos: la gramática (ortografía, morfosintaxis, etc…),
los mecanismos de cohesión del texto (enlaces, puntuación, referencias…), las
diversas formas de coherencia según el tipo de texto (la estructura global, las
informaciones relevantes…), la variedad y el registro adecuados (la diversidad
sociolingüística de la lengua) o, también, las convenciones sobre la
disposición espacial del texto (los márgenes, los espacios…). Cuando un
individuo ha usados todos estos conocimientos decimos que ha adquirido
satisfactoriamente el código escrito.
De otra parte,
para componer un texto, el autor debe dominar un conjunto variado de
estrategias que le permitan aplicar los conocimientos del código, generales y
abstractos, en una situación concreta. Primeramente, ha de ser consciente del
contexto comunicativo en que actuará el texto; ha de pensar cómo serán los
lectores, cuando leerán el texto, de donde, qué saben del texto en cuestión,
etc.
Después ha de
ser capaz de generar y ordenar ideas sobre este tema, para planificar la estructura
global del texto. Además, para alcanzar la versión definitiva del escrito habrá
de redactar diversos borradores y los habrá de revisar y de corregir más de una
vez. Para hacer eso debe acostumbrarse a releer y a repasar cada fragmento que
va escribiendo. En resumen, el autor debe desarrollar un buen proceso de
composición, que le permite producir textos con los signos y las reglas del
código escrito.
El código
escrito y el proceso de composición tienen características y funciones
diferentes en el uso de la habilidad de la expresión escrita.
El código
escrito del individuo, a través del proceso de composición, pasa a convertirse
en texto escrito.
Por tanto, el
código escrito es el conjunto de conocimientos abstractos sobre una lengua
escrita que tenemos almacenados en el cerebro y que, en general, no somos conscientes
de su presencia. Los aprendemos por diversos caminos: la lectura (por
obligación, por placer…), la memorización de textos escritos (leyendas,
cuentos…), el estudio de las reglas de gramática, la copia de fragmentos que nos
agradan (citas, poemas…), etc. Y los utilizamos para procesar textos, sea
leyendo o escribiendo, con la ayuda de unas estrategias determinadas (de
comprensión y de producción).
El proceso de
composición está formado por este conjunto de estrategias que utilizamos para
elaborar un escrito. Estas estrategias son la suma de las acciones que
realizamos desde que decidimos escribir algo hasta que damos el visto bueno a
la última versión del texto. La mayoría de estas acciones o estrategias que componen
el proceso son observadas externamente y, por eso mismos, el escritor debe ser
más consciente de su existencia.
Continuara…
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