En las horas dulces

 

En las horas dulces

de la luz callada,

he visto tus ojos

que en mí no pensaban.

He asido tus manos,

tan blancas, tan cálidas,

he sentido un amargo

desdén en mi alma,

porque tus pupilas,

que a nadie miraban,

estaban ausentes,

no tenían alas.





Poco conozco de tí.

 

Poco conozco de tí.

Tal vez tu voz armoniosa

y tu simpática risa

que hace las horas más cortas.


Hablas de tus ojos feos,

dicen que van a la contra

y que tu cuerpo de mimbre

es de una talla muy corta.


¡Qué más quisiera una diva

tener tu gracia y soltura.


No me llores, reina mía,

vive como las alondras

que solo por ser mujer

lo de más está de sobra.


Fotografías para recordar.


 

El ser humano.

 

El ser humano es una máquina imperfecta 

en un mundo con fecha de caducidad 

y el resto es vanidad de vanidades.





De Balzac

 

Finalmente, todos los horrores que los novelistas creen que 

están inventando están siempre por debajo de la verdad”

Coronel Chabert (Honoré de Balzac).

Carmen Laforet sobre su novela "La mujer nueva"

 

El hecho humano que motivó la temática de esta novela fue mi propia conversión (en diciembre de 1951) a la fe católica... Fe que podrá suponerse que me era natural, pues fui bautizada al nacer, pero de la que jamás me volví a preocupar después de salir de la infancia, y cuyas prácticas –para mí enmohecidas y sin sentido– había dejado totalmente. He huido de esta novela –precisamente por haberse motivado en una vivencia mía– de todo elemento autobiográfico, aparte de la sensación repentina de la Gracia. He creado un tipo de mujer, protagonista de mi libro, totalmente distinto de mi tipo humano, y la he colocado en situaciones, ambientes y circunstancias de conversión y lucha espiritual totalmente diferentes a las mías” Carmen Laforet sobre su novela “La mujer nueva


Foto de Planeta Libros "https://www.planetadelibros.com/autor/carmen-laforet/000000674"







poema sin titulo

 

No hay tiempo perdido

si cuando vivo, ardo

si cuando lloro, lluevo

si cuando escribo, destilo

y así todo el tiempo

presente y vivido.




Fotografias para recordar.

 

– Contra hidalguía en verso -dijo el Diablillo- no hay olvido ni cancillería que baste, ni hay más que desear en el mundo que ser hidalgo en consonantes. (Luis Vélez de Guevara – 1641)

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