OCTAVAS
A UNA DAMA QUE LA VIO BAÑANDO
Entre
tus aguas, regalado Turia,
que
corren por camino diferente,
donde
menguando la temida furia
con
ronco son murmura tu corriente,
a
tus ninfas haciendo eterna injuria,
templan
dos damas el calor ardiente;
bellas
entrambas, más la una de ellas
corona
puede ser de las más bellas.
Llega
a bañarse, y con audacia poca
quiere
primero que su pie se moje,
mas
apenas con él las aguas toca,
cuando
ligera con temor se encoje;
ya
teme, ya se anima y se provoca,
ya
se quiere atrever, ya se recoge;
mas
el agua que alegre se levanta,
moja
del blanco pie la bella planta.
Para
defensa de atrevidos ojos
con
un blanco cendal el cuerpo cubre,
sirviéndole,
a pesar de mis antojos,
de
blanca nube que mi sol encubre;
mas
con todo me ofrecen mil despojos
los
pedazos de cielo que descubre,
que
a pesar de las aguas importunas
miro
del bello cuerpo las columnas.
Tus
frescas aguas, que es razón que sientan
la
ventaja que llevan a otros ríos,
mayores
glorias alcanzar intentan
cobrando
nuevos y soberbios bríos;
y
entre las dos columnas que sustentan
el
claro cielo de los ojos míos,
como
tan alto bien merecen solas,
alegres
juegan con pequeñas olas.
Mas
corren tan heladas tus corrientes,
que
porque no las ofendas cual podrías,
quiero
llorando lágrimas ardientes
templar
el hielo de las aguas frías;
y
cuando no bastaran, por mil fuentes
la
roja sangre de las venas mías
derramar
quiero, porque de esta suerte
al
menos le de vida con mi muerte.
Miguel
Beneito (Valencia, c. 1562 - 1599), dramaturgo prelopista español.
Fue
miembro de la Academia de los Nocturnos, una tertulia literaria de Valencia,
con el sobrenombre de "Sosiego" y el cargo de portero. Sólo se
conserva una obra suya: "El hijo obediente". Es un jalón más hacia la
comedia de Lope de Vega que sigue los senderos trazados por el dramaturgo
valenciano Francisco Agustín Tárrega, también miembro de la citada academia.
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