La tormenta arrecia. El viento desgarra las velas. El palo mayor se
quiebra. Las olas, altas como montañas de tristeza salada, amenazan con
romper la quilla. La proa gira sobre sí
misma intentando buscar la salida. No hay pasado ni futuro, solo un
presente para luchar por tu vida. No pierdas el norte grumete que más
allá del horizonte se encuentra la tierra prometida. Miguel Navarro.
EL VIEJO ASPECTO DEL PALACIO ARZOBISPAL
-
*Cuando la conquista jaimina el lugar donde en la actualidad se encuentra
el Palacio Arzobispal se correspondía con una alhóndiga de trigo, vecina a
la...
Hace 2 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario