Sagrada noche llena de contento,
archivo de placeres y alegría,
recreo para el dulce pensamiento
que está sin aliviarse todo el día.
Esperando que pase el descontento
y el sobrado ruido y armonía,
para gozar quieto y con bonanza
el deseado fin de su esperanza.
Causáis al hombre singular consuelo
con esa quietud tan sosegada,
abriéndole el camino de su cielo
donde descansa el alma enamorada.
Concedéis mil contentos en el suelo
al alma del amor apasionada,
causándole regalo vuestro luto
prestando la ocasión dulce tributo.
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